OPINION

Por Jorge Berry (*) – m.jorge.berry@gmail.com

Se viene una buena temporada donde será interesante seguir qué está pasando en el mundo de los deportes. Ya se respira la llegada de la primavera, y con ella el arranque de la nueva campaña de béisbol de grandes ligas (MLB).

Todo empieza la próxima semana, con el Torneo Mundial de Beisbol, que se jugará de manera paralela con los entrenamientos de primavera. México estará representado, y estos juegos se disputarán de manera tradicional, tal y como estamos acostumbrados a ver el béisbol. Ese no será el caso ya que comiencen los partidos oficiales.

La MLB ha ido perdiendo popularidad en Estados Unidos poco a poco, y esto preocupa a los directivos. Por ello, habrá cambios importantes en las reglas para 2023. Grupos de control identificaron como el principal problema, el tiempo de juego. Hace 80 o 100 años, los juegos duraban 2 horas o menos. En la última década, se volvió raro el partido que duraba menos de 3 horas, y muchas veces, sobre todo en post-temporada, se llegaba a cuatro.

Por ello, este año veremos un cronómetro que pone un límite de 20 segundos entre lanzamientos. Se limita, también, el número de reviradas que los lanzadores pueden hacer, y serán sólo dos. Tal vez la diferencia más trascendente será el uso de los algoritmos. De cinco años para acá, estudios matemáticos predecían las tendencias de los bateadores, lo que provocó que todos los equipos empezaran a cargar el cuadro hacia la derecha o izquierda, de manera que, dependiendo del bateador, había tres defensores entre primera y segunda base, o tres entre segunda y tercera. Esto quedó prohibido. Por regla, los equipos tendrán que usar la formación tradicional de dos jugadores entre cada base.

Se conserva la regla implementada el año pasado en la que, cuando hay extra-innings, las entradas comienzan con un corredor en segunda.

Confieso que soy un tradicionalista, y no me gusta ni el bateador designado, pero si estos cambios sirven para darle un nuevo impulso al rey de los deportes, bienvenidos.

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También en el golf profesional de la PGA hay cambios importantes que, por desgracia, afectarán negativamente al México Open at Vidanta.

Resulta que con la creación de la LIV, una gira profesional paralela patrocinada por Arabia Saudita, una buena cantidad de jugadores abandonaron la PGA ante las bolsas millonarias garantizadas que ofrecen. Entre los que salieron de la PGA, se encuentran los mexicanos Carlos Ortiz y Abraham Ancer. Todos estos jugadores son inelegibles para participar en los torneos regulares de la PGA, así que no veremos en Vidanta a los mexicanos. Pero ahí no para la cosa.

Como resultado de la competencia que representa la LIV, la PGA decidió implantar una serie de torneos designados, que ofrecen bolsas más jugosas que los torneos rutinarios, y que obligan a los jugadores de más alto nivel a presentarse y competir entre ellos. Hasta ahora, el experimento ha funcionado. Los torneos designados han tenido la asistencia de prácticamente todos los 50 mejores jugadores del mundo.

Pero también hay daños colaterales. Los torneos que no son designados, sufren mucho para conseguir que participen buenos jugadores. Los están convirtiendo, de hecho, en una segunda división. Y eso, me temo, será lo que pasará con nuestro torneo. Veo difícil, por motivos de calendario, que el español John Rahm, número uno del mundo, regrese a Vidanta este año a defender su título, y eso sería una pena. Pero ya veremos.

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En automovilismo, Sergio “Checo” Pérez comenzó la nueva temporada de fórmula uno con el pie derecho. Entró ayer en 2º lugar detrás de su compañero de equipo Max Verstappen, para conseguir su primer podio del año. La temporada es larga, y algo me dice que la relación entre ambos parece más deteriorada, aunque nunca ha sido del todo buena. Lo que sí hay que reconocer es que el equipo de Red Bull otra vez trae los mejores coches.

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La tal “gran transformación” del futbol mexicano no fue sino un espejismo para quitarse la presión de haber hecho un pésimo papel en el mundial en Qatar. Finalmente, voló la cabeza del presidente de FEMEXFUT, Yon de Luisa. Acabaron reduciendo sólo un extranjero en los equipos, de 9 a 8; armaron un extraño sistema de puntuación en el que convierten los resultados de dos torneos en uno, pero conservan las dos liguillas. Ni le entiendo. Ya hay técnico nacional, y para variar, es argentino. Diego Cocca, quien hizo buen trabajo con el Atlas, ya presentó su primera lista de convocados, y parece coherente. Ojalá le vaya bien, y a nosotros también.

¡Hasta el viernes, amigos de Bahía y Vallarta!

(*) Periodista, comunicador y líder de opinión con 50 años de experiencia profesional.

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