EN LINEA

Por Humberto Aguilar

Es importante reconocer el papel que desempeña la benemérita Cruz Roja Mexicana, especialmente en el caso del huracán “Otis” en Acapulco.

Es el único organismo que no pudieron detener en su desempeño durante en este siniestro. En cambio, otros organismos que quisieron llegar y repartir víveres fueron detenidos por órdenes de AMLO, recibieron todo lo que llevaban, pero no lo podían repartir personalmente sin que esos artículos no fueran repartidos en cajas de cartón con los colores del gobierno federal, su propaganda y un letrero que detallaban donaciones del pueblo mexicano.

En cambio, a la Cruz Roja no la puede parar nadie, porque su sello es internacional. En el caso de la Cruz Roja Mexicana, como en todos los casos en el mundo, actúa por actitud propia. El único cambio que se reconoce internacionalmente es la Cruz Roja, que en algunos países actúa con el título de la medialuna roja y la razón por la que nada ni nadie detiene a la Cruz Roja, es precisamente por ese reconocimiento mundial al sello Cruz Roja.

En el caso de Acapulco, actuó con sus propios recursos, la Cruz Roja llevó alimentos, medicina con ese grupo de voluntarios, que es un ejército entrenado ya para el trabajo que realizaron y siguen realizando. El acopio que han entregado todas las instituciones y la cantidad de cientos de personas, que por caridad llevaron a los centros de acopio de la Cruz Roja y otras instituciones.

Es una institución avalada por los gobiernos de todo el mundo, en el caso de México su respaldo principal son los organismos de Cruz Roja en Canadá y Estados Unidos. Esas instituciones, a lo largo de todo el año, envían a México medicinas y alimentos no perecederos que se acumulan en bodegas especiales donde se resguardan y conservan elementos voluntarios de la Cruz Roja, hombres y mujeres. Fue así como desde el primer día se enviaron a Acapulco cientos de toneladas de esa reserva, con el apoyo de la Marina y del Ejército, como único organismo que se le permitió repartir los productos con generosidad.

Es tradición que cada año existe una campaña para hacer donaciones, especialmente dinero en efectivo en todo el país. Estos donativos se concentran en una cuenta especial que se utiliza en cualquier momento cuando se le llama a la Cruz Roja. El detalle es que, en provincia, ocurren cosas muy lamentables.

En Puerto Vallarta, la historia de la Cruz Roja ha vivido cosas sorprendentes. Desde voluntarios poco honestos, hasta casos sexuales. Se le ha criticado por hacer cobros, como cuotas de recuperación en el caso de lesiones y hasta de poner una inyección a un paciente. ¿A dónde iba ese dinero? Se dijo en su tiempo que era para pagarle al médico en turno, porque en realidad la Cruz Roja de Puerto Vallarta atraviesa por condiciones de enorme pobreza.

Afortunadamente la dirección de administración actual está en manos de personas honestas, por lo que toda actividad es totalmente gratuita. Todo lo que se recibe es cotejado para utilizarse por voluntarios que realmente quieren ayudar.

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