EU se declara listo para  trabajar con Boric  

El secretario de Estado, Antony Blinken, felicitó al presidente electo chileno en un tuit, elogiando el “ejemplar” balotaje y las elecciones democráticas “libres y justas”  

Agencias /Washington 

Estados Unidos está listo para trabajar con el flamante presidente electo de Chile, Gabriel Boric, luego de su triunfo en un balotaje “ejemplar”, dijo el lunes el gobierno de Joe Biden. “Una vez más, el pueblo de Chile dio ejemplo de elecciones democráticas libres y justas”, señaló el secretario de Estado, Antony Blinken, al felicitar a Boric en un tuit. 

“Anhelamos seguir trabajando con Chile para avanzar en las metas compartidas de democracia, prosperidad y seguridad”, afirmó. El jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols, también saludó a Boric y abogó por “seguir la colaboración con nuestras prioridades compartidas y fortalecer los lazos económicos, científicos y entre nuestros pueblos”. 

Reunión con Sebastián Piñera 

Boric, quien a sus 35 años será uno de los presidentes más jóvenes del mundo, hizo su primera aparición oficial el lunes, cuando se reunió con el mandatario de centroderecha Sebastián Piñera, quien deja el cargo el próximo marzo con bajos índices de aprobación. Presentado por sus detractores como “comunista”, Boric, candidato de Apruebo Dignidad, la coalición de la que forman parte agrupaciones izquierdistas surgidas durante la última década y el Partido Comunista, ganó con una participación récord el domingo, obteniendo casi el 56% de los votos emitidos en comparación con el 44% del ultraconservador y defensor del libre mercado José Antonio Kast, un abogado de 55 años. 

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, destacó la “decisiva victoria” de Boric. “Estados Unidos y Chile son socios de larga data con valores democráticos compartidos. Esperamos trabajar con la administración entrante de Boric para continuar nuestra colaboración en derechos humanos y democracia, prosperidad económica vinculada al clima, covid-19, ciencia, migración y desarrollo, entre otros asuntos urgentes”, dijo en rueda de prensa. 

De la mano de Gabriel Boric, Chile vuelve a ser otra vez un laboratorio de la izquierda latinoamericana. Si bien no reniega de las grandes tradiciones de su país, con el trágico Salvador Allende a la cabeza, el hombre que asumirá funciones ejecutivas a los 36 años, el 11 de marzo, se diferencia de manera pronunciada en varios aspectos programáticos de sus mayores: la cuestión ambiental, el feminismo y, en especial, el tema de las libertades, la diversidad y los derechos humanos.  

Cuando habla de la crisis climática y la privatización del agua, el ganador de las presidenciales chilenas parece sentirse más cerca de los postulados de Greta Thunberg que de quienes todavía tienen anclada su mirada y emociones en los años 70. Por contra, Boric tomó con mesura y hasta indiferencia la felicitación de Nicolás Maduro por su victoria.  

Polémica con los comunistas 

Antes y durante la campaña electoral se vio obligado a sentar sus posiciones críticas sobre el estado de las cosas en Venezuela, Cuba y Nicaragua, al punto de polemizar con uno de sus socios de la coalición triunfante, el Partido Comunista. No en vano dijo en su primer discurso tras los comicios: “Basta de despotismo ilustrado, de los que creen que se puede hacer un gobierno para el pueblo, pero sin el pueblo”. 

En la noche del domingo, el presidente Sebastián Piñera saludó a quien será su sucesor. Como si fuera un abuelito dadivoso, le ofreció sus consejos sobre el arte de gobernar. “Esperamos hacerlo mejor”, le respondió Boric con cierta aspereza. Pero el “hacerlo mejor” no solo está relacionado con superar los logros de un presidente impopular sino mostrar también un camino alternativo y virtuoso en una región donde las opciones de gobernabilidad no hacen otra cosa que provocar desencantos, ya sea por la derecha o en las versiones anacrónicas e intolerantes de la izquierda.  

Por eso, la victoria de Boric no solo ha puesto freno a la posibilidad de que en Chile se repitiera la experiencia brasileña de Jair Bolsonaro, con sus añadidos de Vox. Los ecos de este triunfo pueden llegar a Colombia, un país que tuvo un estallido social en abril y, en menor medida, Brasil, donde existe un liderazgo histórico del calado de Luiz Inacio Lula da Silva. 

El ritmo de los cambios

 Al igual que Lula, aunque por otras circunstancias, Boric ha tenido que moderar su programa político. Lo hizo para captar un voto esquivo en la segunda vuelta, pero, también, como señal de una probable apertura de su Gobierno al centroizquierda que administró Chile de manera ininterrumpida entre 1990 y 2010.  “Boric se comprometió con nosotros a que la relación con los partidos que lo apoyamos será de carácter institucional. No vamos a estar en la oposición”, dijo el líder del Partido Socialista Álvaro Elizalde. “El presidente electo tiene que buscar lo mejor para Chile. Si hay buena voluntad para trabajar con todos, nos vamos a poder encontrar”, respondió Giorgio Jackson, uno de los principales colaboradores del mandatario electo. 

¿Cuánto de nuevo tendrá la nueva izquierda a partir del 11 de marzo? Ascanio Cavallo, uno de los grandes cronistas de la transición chilena, recordó que en este país la élite ha sido desplazada “sin derramamiento de sangre, pero con algún inevitable grado de brusquedad”. Sin embargo, Boric redefinió la noche del domingo las “condiciones” del cambio y las consideró parte del legado histórico de la democracia chilena y de una izquierda “despojada de maximalismo y exclusividad”. 

El expresidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, se preguntó si Boric será capaz de hacer frente a las tensiones y contradicciones en el interior de su propia coalición desde el momento en que se proponga avanzar más lento de lo que se espera en las reformas económicas, fiscales y ambientales. Por lo pronto, y a pesar de la caída de la Bolsa y el alza del dólar, las patronales le han dado un voto de confianza. No se sabe hasta cuándo. 

Boric aseguró que el próximo Gobierno será de “todos” los chilenos. Los desafíos son enormes. El PIB crecerá casi un 12% en 2021. Según Piñera, el empleo está cerca de recuperar los niveles previos a la pandemia. Para 2022 se espera una mejora económica no mayor a los dos puntos. Boric hereda, como otros países de la región, un rebrote inflacionario. El año concluye con un aumento del costo de la vida de 6,5%. La mayor complejidad que enfrentará el vencedor de las elecciones está relacionada con la paridad de fuerzas en el Congreso. El presidente electo consideró que ese equilibrio debería ser visto como una “invitación a dialogar” y una “oportunidad para volver a encontrarnos

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