Por Eduardo García Gómez/Puerto Vallarta

Este 9 de octubre se cumplieron 26 años del fuerte sismo que prácticamente “derrumbó” el mito de que en Puerto Vallarta no temblaba.

Fue la mañana del lunes 9 de octubre de 1995, a las 09:36 horas, cuando el piso se empezó a mover con tal fuerza, que hizo pensar a muchos que las casas y edificios se vendrían abajo por completo.

La explicación científica apuntó que se trató de un sismo oscilatorio, pareciendo que se encontraba en un columpio.

Fue un sismo de 7.5 grados en la entonces escala de Richter la que movió de manera descomunal el suelo del occidente del país durante un minuto y 15 segundos que fueron, para la mayoría, los más largos de su vida. Fueron 75 segundos de temor e incertidumbre.

El sismo inició con un movimiento de vaivén que no alarmó a muchos, aunque de pronto vino una fuerte sacudida de tierra que infundió el miedo suficiente para salir corriendo de casas y edificios y permanecer por varios minutos más en la calle.

Abundaron, entonces, las crisis nerviosas e histeria colectiva por la fuerza del sismo. Ese día y muchos días posteriores fueron el tema de conversación. No solo se había derrumbado el mito de que en Puerto Vallarta no temblaba, sino que además se derrumbó la corona que remata la torre principal de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el centro de la ciudad.

También fracturó un par de grandes hoteles y varios edificios. Entre esos hoteles estaba el Vidafel, en Marina Vallarta, el cual tuvo que ser demolido al final, debido a los daños estructurales que sufrió. Otras casas y negocios también sufrieron cuarteaduras. Cayeron láminas y tejas.

RECUENTO DE DAÑOS

Según el Servicio Sismológico Nacional, al final se determinó que el sismo, conocido desde entonces como el “terremoto de Colima”, alcanzó una magnitud de 8.0 y además provocó un tsunami a lo largo de la costa de los estados de Jalisco y Colima, sin consecuencias graves.

El epicentro se localizó en 19.25° N y 104.19° O y azotó las áreas suroeste de Jalisco y norte de Colima.

En diferentes lugares de los estados de Jalisco y Colima se reportaron los daños causados por el movimiento, el tsunami que se originó momentos después y la licuación resultantes a lo largo de 120 kilómetros de costa en la región epicentral.

De acuerdo con el recuento de daños realizado por Protección Civil de ambos estados, cerca de 17 mil estructuras sufrieron daños considerables, dejando aproximadamente a 45 mil habitantes sin hogar, además de reportarse la caída de bardas y postes.

Al menos 58 personas murieron y otras 200 personas resultaron heridas como consecuencia del sismo en la ciudad de Manzanillo y en las regiones afectadas de Jalisco, en los municipios de Cihuatlán y La Huerta.

En Jalisco, algunas de las poblaciones más afectadas fueron Cihuatlán, Jaluco, Melaque, Barra de Navidad, La Huerta, Autlán, El Grullo y Tecolotlán, además de algunas poblaciones localizadas en la bahía de Tenacatita, tales como La Manzanilla, Boca de Iguanas y Tenacatita.

También resultaron afectados Manzanillo, La Boquita, El Chavarín, Marabasco, El Charco y Armería, en el estado de Colima.

OTROS SISMOS

De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, otros terremotos de similares consecuencias ocurrieron el 31 de enero de 1973 y el 3 de junio de 1932, del cual se tiene registro de numerosos daños leves a moderados en toda la región del occidente del país.

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