José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
A partir de este lunes, la cuarentena, mejor conocida como «aislamiento social», en contexto de la emergencia sanitaria, tendrá un carácter obligatorio en toda la región, ya que los gobiernos de ambos estados que comparten la bahía, Jalisco y Nayarit, han decretado penas por salir a la calle sin tener un motivo para hacerlo.
La noche del sábado, el gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría, anunció primero que daría marcha atrás a su programa de restricción al flujo vehicular por días, para, en su lugar, poner en vigor una orden que instruya a la ciudadanía del estado a no salir a la calle sin tener un motivo justificado para hacerlo.
En este sentido, la dinámica será que, cualquier persona que se encuentre en el espacio público, será abordada por la policía y escoltada de regreso a casa. Pero en caso de negarse, los uniformados procederán a llevarla a los separos. Esto aplicará, por lo menos, durante las próximas dos semanas.
Por su parte, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, anunció que las medidas ordenadas por el acuerdo de contingencia sanitaria serían obligatorias a partir de este lunes, sujetas a la sanción correspondiente en caso de no ser acatadas.
De este modo, quedaría prohibido para la población salir sin un motivo justificado, como trabajo en una actividad esencial, además de encontrarse en espacios públicos como parques y jardines, plazas, playas y unidades deportivas.
También será obligatorio el uso del cubrebocas para toda persona que requiera salir al exterior a realizar una actividad indispensable. Los castigos legales, por desobedecer las medidas, van desde el apercibimiento y la falta administrativa, hasta la multa, clausura para negocios de rubros no esenciales que se nieguen a cerrar; e incluso, 36 horas de arresto.
Estas medidas aplican para Puerto Vallarta y Bahía de Banderas; de hecho, en el caso de Jalisco, el gobierno estatal ordena a los municipios ser los entes que vigilen el cumplimiento de estas precauciones con caracter obigatorio.