By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Agencias mayoristas y plataformas de viajes reconocen el liderazgo de la gastronomía nayarita a nivel nacional, destacándose de manera particular el pueblo de Bucerías y Punta de Mita por la frescura de sus mariscos, junto con las playas de Chacala en Compostela.
Travel Report, Top Adventure, México Destinos e incluso México Desconocido reconocen la calidad y preferencia que tiene la gastronomía nayarita y una de las agencias marca: “Sin duda el estado de Nayarit destaca por la frescura de alimentos de mar, es decir mariscos crudos y preparados con la mejor variedad y calidad del mercado nacional”.
Precisamente de Bucerías uno de los exponentes más relevantes es el biólogo y restaurantero y buzo Alain Paredes, de la Casa del Ostión ubicado por la calle Valle de Banderas en pleno centro de este poblado donde se venden los mejores ostiones de la zona.
Es importante señalar que es el mismo Alain, quien saca del fondo del mar los mejores ostiones para deleite del paladar que ofrece en su restaurante, ubicado unos metros adelante del cruce del popular arroyo El Indio.
Claro que es el único, porque a lo largo de la costa, en la Cruz de Huanacaxtle, en Punta de Mita, y hacia Sayulita y San Pancho, hay los mejores establecimientos de mariscos.
Lo de Marcos, el pueblo más al norte de Bahía de Banderas, también cuenta con establecimientos muy concurridos por el turismo extranjeros que residen durante los meses de invierno, pero también reciben clientela local.
Más allá de El Monteón, cerca del pueblo de Las Varas, se encuentra la playa de Chacala, que también tiene fama de contar con experimentados pescadores y ostioneros y por tanto los mariscos son de lo mejor.
En el próximo puente, trate de hacer un recorrido gastronómico saboreando los mejores mariscos en las cosas nayaritas, desde la zona de Bucerías, y se puede extender hasta San Blas en las playas Matanchén en Aticama y la Aguada cerca del histórico puerto de San Blas, donde puede encontrar el mejor pescado sarandeado preparado al tradicional estilo con leña de mangle.
