Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

El sector agropecuario de Bahía de Banderas sufre un desastre total, debido a múltiples factores que le impiden salir adelante.

El sector enfrenta una serie de problemas como el robo del producto de sus cosechas, así como la falta de interés de los productores por combatir las múltiples plagas que afectan los productos que se cultivan.

Además –y quizá sea lo más grave-, los campesinos de Bahía de Banderas ya no quieren trabajar sus tierras y mejor piensa en vender a buen precio a los desarrolladores.

CIERRE DE OFICINAS

El ingeniero Juan Ramón Quintero, quien por más de 20 años estuvo al frente de dicha oficina de Sanidad Vegetal, resignado advierte que están en proceso de cerrar las puertas.

En este momento, comentó, “estamos cerrando la movilización de la cosecha de mango, pero finalmente no se captaron los recursos y seguimos en una situación precaria”.

Y es que los productores no cambian, lo que pasa es que como ellos ya se ven como el “pato Donald” ya todos quieren vender y vender, ya no quieren trabajar la tierra y solo están calculando en cuánto van a vender su tierra, quieren dinero sin trabajar… la razón fundamental, es que el campo ya no es rentable”.

ROBO DE PRODUCTO

Para unos el problema es el hambre y se van al campo a robarse los elotes, todo se roban, se roban el ganado y por eso los agricultores que trabajan, de plano ya no pueden, porque ven cómo a sus tierras se meten cuatro o cinco vándalos y se roban los elotes y hasta amenazan y mejor venden la tierra, ya es cuestión de seguridad.

Supuestamente lo hacen para comprar un kilo de tortillas, otros para comprar droga y por eso el campo de Bahía de Banderas está en declive, los productores ya no quieren; se convirtió todo en política el campo, y se está acercando, un problema grandísimo que no tiene reversa.

TOTAL DESCONTROL

Al respeto la regidora Aidé Saldaña Varela, quien durante la mayor parte de su gestión como integrante del Ayuntamiento buscó resolver el problema de la sanidad vegetal para evitar que se extiendan plagas como el mayate prieto que mata las palmeras de la Bahía, también reconoce que esto es un “desastre total”.

El problema es que esa situación se repite en todo el país, porque hay total descontrol en las Juntas de Sanidad y en el caso de la de Bahía de Banderas, está a punto de cerrar “y de hecho no han cerrado porque tienen que finiquitar cuestiones económicas, pero está el asunto crítico”.

Refirió que el ingeniero Juan Ramón realmente es el más afectado porque está desde que se inició la junta local de Sanidad Vegetal, pero como es una asociación de productores, ellos están realmente a lo que les conviene, es una lástima.

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