Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Ángel Carrillo no acepta que se le diga que es wichol, porque así les dicen los mestizos, los que no conocen de donde proceden, pero ellos son realmente wixárika y asistió como representante de los “pueblos originarios” a la celebración del Día Mundial del Turismo, en el hotel Marival de Nuevo Vallarta y se mostró admirado de todo el desarrollo que se ha tenido y qué él admira por primera vez.

En su “morral” o bolsa, como algunos dirían, trae una ejemplar de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que para él es como la Ley Madre, “la mera mera” para acabar pronto, y también trae un folleto de los derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

Con eso que ha estudiado, se siente amparado, pero considera que si estudiara más, estaría por las nubes, porque a él le gusta hacer todo conforme a la ley.

Explica con una sonrisa en los labios a los ignorantes mestizos, el valor de su vestimenta, la diferencia de las telas con las que está hecho y el bordado que muestra y resalta que un traje como el que porta, tiene un valor de más de 10 mil pesos, y el más barato vale 5 mil pesos.

Hay quienes ven en ellos a unos “pobres” nativos, pero él está orgulloso de su tradición y de su pueblo.

This div height required for enabling the sticky sidebar