By José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
Fotografías de Adán Mantecón.
Recién se abría el aeropuerto de Puerto Vallarta a vuelos internacionales, tras su expansión en tamaño en 1965, y mucho más turismo, tanto nacional como internacional, comenzó a llegar al destino turístico, que veía nacer a su industria del descanso y esparcimiento.
Cinco años de promoción y una película (La Noche de la Iguana, de John Huston) bastaron para que, con el debido ritmo, este pueblito en la costa de Jalisco se hiciera famoso, y sus playas pronto se encontraran saturadas de entusiastas visitantes, tanto mexicanos como extranjeros originarios de Estados Unidos.
En 1970 ya era un hecho que el ex pueblo minero se dedicaría, por el resto de su vida, al turismo. Y una fotografía publicada en redes sociales por el internauta Adán Mantecón, recuerdan el inicio de esa época de los 70′ que junto a la de los 80′, verían el crecimiento exponencial de Puerto Vallarta para poder recibir a más y más turistas.
En la fotografía se ven las playas Las Piletas y Los Muertos, totalmente llenas de vacacionistas, aunque el autor de esta gráfica menciona que por entonces únicamente era frecuentada por visitantes nacionales y locales, pero por lo visto, no menos valorada que hoy en día.
Lee también: ‘Pancha’, una cocodrilo que vive en Los Tules y mira el video:
Se observa, como dato curioso, la antigua ubicación de la original estatua “El niño sobre el caballo de mar”, del artista plástico Rafael Zamarripa, que en una ocasión se perdió en el mar por el oleaje de una fuerte tormenta, por lo que una réplica fue realizada por el autor nuevamente, y colocada en el Malecón en 1976.
Sin embargo, para el año en que fue tomada la foto, el ‘caballito’ era punto de fotografías (instantáneas) y sitio icónico de de la playa vallartense. También se observa el antiguo muelle de Los Muertos, que por entonces no estaba tan deteriorado.
Por otra parte, otra fotografía del mismo autor, nos muestra un panorama de la zona, a blanco y negro, pero de 1965, también con una gran cantidad de turistas y sin edificios, únicamente palapas.
