Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta

Desde la semana pasada se ha difundido en medios de comunicación de México y Estados Unidos, la mordedura que sufrió una adolescente de origen estadounidense que decidió en un momento de euforia, meterse a nadar al mar en plena noche, no obstante la señalética existente sobre el riesgo que hay en las playas sobre la presencia de cocodrilos, sin embargo y haciendo caso omiso de los letreros, la joven irresponsable decidió aventurarse, para su mala suerte se encontró con el saurio que al sentir su presencia le dio un mordisco de advertencia.

Por fortuna para la muchacha no pasó a mayor, y tras ser apoyada por otros huéspedes del hotel recibió atención médica oportunamente, sin embargo, el problema tomó otras dimensiones al hacer declaraciones exageradas en lo que llamó un “ataque” de cocodrilo, lo cual fue aprovechado por medios de comunicación sensacionalistas que utilizaron la nota para escandalizar y generar morbo entre la población, lo cual también llevó a la satanización del reptil así lo explicó el especialista en fauna silvestre Armando Rubio Delgado, quien también destacó que el animal sólo dio una mordida de advertencia.

“Lamentablemente es un evento que termina satanizando a dichos reptiles, para que un cocodrilo te muerda, antes que nada, tenemos señalética en donde habita el cocodrilo, donde avisa que hay un riesgo al estar ahí donde habita el cocodrilo, no nadar, no pescar, no realizar actividades de recreo, no pasear mascotas, y sobre todo no alimentarlos, si nosotros no respetamos estas indicaciones, podemos tener un evento desafortunado como el que acaba de suceder en Puerto Vallarta, donde había señalética, se avisa que el cocodrilo habita ahí en el mar, es un animal marino, hay una bandera roja donde avisa que hay riesgo, es peligroso en la noche, y esta jovencita al calor de unas bebidas recibió una mordida de advertencia, no fue una mordida de te quiero comer, realmente el animal está incursionando en el mar de un estero a otro, justo en medio se encuentra la Marina, y lo ha de haber tocado, y esta mordida que presenta es como de retírate y déjame en paz, ella alega que la señalética no es clara, y que debieron haberle advertido verbalmente.”

Cabe destacar que actualmente existen en Puerto Vallarta y la región, 250 cocodrilos de río registrados y censados, la mayoría de ellos son pequeños, y de los cuales quince son hembras de dos metros y medio a tres metros, en tanto que 20 son machos.

Del mismo modo, Armando Rubio señaló que la probabilidad de que un cocodrilo muerda a una persona es de 0.0001 por ciento, y que hay más piquetes por abeja, hay más mordidas por perros, gatos, serpientes o por otros animales, piquetes de alacranes, entre otros, que por cocodrilo.

“La probabilidad que te muerda un cocodrilo es muy baja, sin embargo, si se siguen las instrucciones de la señalética, si respetas el hábitat y si te quieres, no vas a suceder nada, lamentablemente todos los casos de mordida de cocodrilos ha sido por negligencia por parte del humano lamentablemente en su mayoría, que triste que no sepamos y que no entendamos que el cocodrilo es un tesoros que debemos de aquilatar, es un patrimonio natural que tenemos y habría que cuidarlo más y respetarlo más como nuestros antepasados.

Cabe destacar que el cocodrilo es una especie protegida y el dañarlos, cazarlos o capturarlos es un delito federal, por lo cual cuando se registran este tipo de eventos que dan una imagen negativa de los reptiles por las versiones distorsionadas de las personas involucradas en un incidente o los medios de comunicación, se pone en riesgo la seguridad de estos animales.

Lo más lamentable de este caso, es que la supuesta víctima está motivada por intereses económicos para obtener un  beneficio sin importarle el estigma que deja en estos bellos animales.

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