By José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
Cientos de canadienses han quedado desesperadamente atrapados de forma temporal en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, al cerrarse las fronteras de su país y activarse una cuarentena para todos los connacionales que busquen ingresar de nuevo. Justin Trudeou, el primer ministro, decidió tomar esta medida para evitar más contagios del COVID-19, que en ese país suman mas de 400.
El problema con los canadienses que se encontraban vacacionando en Puerto Vallarta, o son residentes por varios meses, es que al intentar atender la recomendación de su gobierno, en “regresar cuanto antes y si es posible previamente a los planeado”, encontraron a las aerolíneas saturadas y con las líneas de atención ocupadas, al intentar comprar boletos de avión desde este destino hacia Canadá de forma repentina.
Y es que, los canadienses, son personas que usualmente planean su agenda de viaje con mucha anticipación. Sin embargo, aerolíneas como Canadair, SwoopAir o WestJet se vieron de repente con una alta demanda de asientos para regresar de inmediato al país norteamericano, situación que difícilmente están pudiendo desahogar con puntualidad.
Por otra parte, la atención consular canadiense con oficina en Puerto Vallarta ha colapsado, al estar funcionado en un horario limitado y no darse abasto para responder todas las dudas en citas presenciales de los canadienses que justo ahora buscan regresar urgentemente a su país.
El pánico entre los canadienses se ha incrementado cuando WestJet, una de las principales aerolíneas que conecta México con Canadá, anunció que el domingo un minuto antes de la media noche, realizará su último vuelo desde México a Canadá, y suspenderá operaciones en cualquier otro país por 30 días, además de reducir 50% sus vuelos dentro de cielos canadienses.
Los extranjeros de ese país ahora temen que la otras aerolíneas hagan lo mismo y no puedan regresar a casa; desde la semana pasada, no solamente se registraron cancelaciones masivas de reservaciones para turistas canadienses por venir a los hoteles de este destino, como el caso del Hotel Riu, que sufrió 120 cancelaciones en un sólo día.
Sino que ahora quienes pasaban sus vacaciones aquí, por una, dos o tres semanas, incluso un mes, están volviendo o tratando de hacerlo cuanto antes posible, generando un éxodo no antes presenciado. Las estimaciones afirman que la pandemia en Norteamérica podría acabar hasta mayo. Las suspensiones de todo tipo, por lo pronto, son de únicamente 30 días.
