By
Reporteros Vallarta Opina en Línea
Puerto Vallarta
“Manuel” es un médico que trabaja en el Hospital Regional de Puerto Vallarta, que atiende casos pacientes de COVID-19. Pese a que él no los atiende directamente, pues su especialidad es otra. todos los días es testigo del ajetreo que causa la llegada de nuevos pacientes infectados.
“El área COVID, ahorita la acaban de volver a ampliar, porque no dejan de llegar pacientes. Todos los días hay. Y varios médicos que es♠án ahí de apoyo, ya no pueden con tanta carga. Realmente la situación está empeorando”, narra a Vallarta Opina en Línea.
Pero una de las situaciones más dramáticas de presenciar, señala, es que los carros de las casas fúnebres ya prácticamente hacen fila para recoger a los fallecidos por COVID-19, e incluso, algunos de estos vehículos hacen base en el estacionamiento, esperando a que fallezca otra persona, algo que ocurre diario.
“Es lamentable y muy triste, nunca había visto algo así, llegan las funerarias y ya prácticamente aquí se quedan, porque diario tenemos desafortunadamente fallecidos por el COVID”, asevera.
“Manuel” también asegura que sus compañeros del Hospital General de Zona número 42 del IMSS en la colonia Versalles viven exactamente la misma situación, según le han contado.
Al día de hoy, lo fallecimientos por COVID-19 en Puerto Vallarta totalizan en 130, pero cifra incrementa al menos cada dos días. Cabe señalar que las defunciones toman cierto tiempo para ser procesadas y no se exponen el día exacto en que suceden en el registro de la Secretaría de Salud federal.
En la ciudad, aún coexisten 117 casos activos de COVID-19, es decir pacientes con la capacidad de infectar a otras personas. Y queda esperar el resultado de 142 casos sospechosos.
Las autoridades han extremado a la población el uso de cubrebocas en todo momento, para evitar que los contagios continúen incrementándose tan rápidamente y lograr así el pico pueda decrecer. Ayer, incluso se reportó el fallecimiento de un alto funcionario de la Octava Jurisdicción Sanitaria, con sede en Puerto Vallarta, en condición de intubación tras haberse contagiado.
