Celebración de Día de Muertos, una oportunidad para expresar nuestro cariño

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

La celebración de la festividad del Día de Muertos es una oportunidad más de poder expresar nuestro sentimiento religioso, pero también de manifestar el cariño por los familiares muertos, los fieles difuntos y por eso es un día que si mueve las fibras y permite tener presente de una manera especial a los parientes difuntos.

Así lo consideró el padre Juan Luis Casillas, vocero de la Diócesis de Tepic en la zona costa, quien añadió que estos son días que mueven las fibras para tener presentes de una manera especial a nuestros difuntos, a los que conocimos y a través de los cuales recibimos afecto, cariño, y providencia de parte de Dios.

Por eso es importante tenerlos en cuenta y también vale la pena el desplazarse al lugar donde reposan sus restos mortales, pues también es una manera de ponernos en movimiento y tomar conciencia nosotros de que algún día también estaremos ahí, y de nuevo también como que nuestra oración es más universal.

“Es cierto que pensamos  en nuestros difuntos, pero también pensamos por todos los fieles difuntos, por todos aquellos que quizá no tienen aquí en la tierra quien pida por ellos. En suma, por todas las ánimas del purgatorio y es una oportunidad de expresar cariño hacia los nuestros, pero también teniendo apertura universal a pedir por todos, pero en especial a los que están en el purgatorio para que Dios les conceda el descanso eterno.

¿ES PECADO PARTICIPAR EN HALLOWEEN?

Cuestionado sobre si pecan quienes asisten a un Halloween, comentó que eso es algo que da para una reflexión más profunda, porque “para que algo sea considerado como pecado, primero es que la persona sepa que aquello está mal, y que aun sabiendo que está mal, que la persona libremente quiera hacerlo”.

Agregó el sacerdote que en nuestro tiempo, mucha gente es ignorante de la fe, y por lo mismo la gente se envuelve en un ambiente cultural, en un ambiente festivo, en un ambiente que ni siquiera sabe el significado de las cosas.

A esa gente que no conoce las cosas, cómo le voy a decir que es pecado. “Yo digo que si un católico formado, si un católico que conoce la doctrina de la fe, aun sabiendo se mete en este tipo de celebraciones, en un tipo de rituales, rituales que tengan que ver con el mal, entonces ese católico está siendo incoherente”.

Pero si no te fijas, las celebraciones de Halloween e incluso en las mismas escuelas, son una expresión sin chiste de cosas, y es preocuparse por el disfraz, preocuparse por el dulce, preocuparse por todo eso, la verdad que a mí se me hace, que no es que estén haciendo ritos del mal.

El problema es que se familiarizan con algo que no tiene sentido y que ni siquiera conocen. Refirió que en el inglés más antiguo, la fiesta de Todos los Santos, se escribía precisamente así, “Halloween”  entonces si en el origen de esta fiesta es religiosa, fíjate todo lo que se ha desvirtuado y hablar también de fantasías, decir, vampiros, fantasmas, pelucas, son imágenes ficticias, fantasiosas.

“Me da la impresión que brotan más del cine y la caricatura, pues no es que en sí mismas sean personajes que existan, como la misma catrina que fue creación artística de José Guadalupe Posadas, la muerte qué es la muerte? es la ausencia de vida: la muerte no es un ente y si se ha representado por una calavera y por un esqueleto es por lo que nosotros vemos físicamente de los restos mortales, pero eso no quiere decir que así sea la muerte.

“Incluso esa es una imagen que expresa una realidad, pero que en sí misma no existe y no tiene nada que ver, lo mismo las brujas, lo mismo los vampiros, lo mismo o sea no existen y bueno vestirse como ellos es seguir la corriente de una idea fantasiosa, de una caricatura, de una historia, a veces más bien originada en el miedo”.

Lo interesante es saber que quien acepta eso sin saberlo está haciendo mal, mal está el no informarse, el no cultivar su mente, y si es católico en no conocer su fe. Esa es una muestra de cómo se va asumiendo expresiones de otros, sin conocer. Eso es grave, que perdamos identidad, que no nos acordemos de nuestras raíces, de nuestras costumbres de nuestra fe y que adoptemos como adoptamos esas prácticas, corremos el riesgo de adoptar otras que sin discernimiento nos hacen seguir cosas que la verdad, no tienen sentido, concluyó el padre Casillas.