LA MIRADA INCÓMODA

“Un caballo ciego siempre se asusta a sí mismo”: Proverbio chino.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

Estados Unidos, ante la imposibilidad histórica de aceptar una hegemonía compartida y menos heredada, ha optado por la provocación militar a partir de una alianza con Australia, Japón y Corea del Sur, sobre temas que no son propios, como es el caso de Taiwán, la isla donde logró exilar el ejército norteamericano al general Chiang Kai-shek, primero aliado de los japoneses y al final de los norteamericanos.

En el siglo XXI se plantea un enfrentamiento que puede ser el último a partir de un orgullo sin fundamento, los títulos no son eternos como los emperadores, han caído muchos centros del capitalismo desde Inglaterra, Francia, Alemania y, mucho antes Roma, la capital del imperio.

El caso de China, la civilización más antigua que ha sobrevivido, con grandes enfrentamientos y recuperaciones, no es un tema nuevo ya que, desde su revolución en el siglo XX, pasaron muchos años en que China copiaba o aprendía de occidente y hoy esto se comienza a revertir, y el “Reino del medio” volvía a ser el centro del mundo como antes lo fue con la Ruta de la Seda.

El mundo antiguo se dividía entre China y el resto, los bárbaros, en Eurasia, y en el siglo XVIII Kant sostenía que China es el imperio más culto del mundo, por lo que a fines de ese siglo los bárbaros (europeos) saquean China con tratados leoninos y fuerza militar, además de promover el opio y otros vicios para colonizar, allí emergió Hong Kong y en el siglo XX, Taiwán, la última colonia que se desprendió de la revolución china triunfante.

¿Qué es lo que hoy está en juego en este nuevo enfrentamiento o segunda guerra fría? Primero la defensa de occidente: Europa occidental, Estados Unidos y Canadá, hoy en la nueva periferia Australia y Japón, por mantener el dominio a partir del viejo modelo eurocentrista y con único epicentro en Estados Unidos.

El segundo gran frente de conflictos es el desarrollo tecnológico y el mercado mundial que significa el control del futuro del mundo que en este momento está entre: Big Data, 5G y la inteligencia artificial, a lo que se podría agregar más desde la computación cuántica a nuevas generaciones de androides, en un mundo camino al trabajo robotizado.

El desafío entre China y Occidente será sobre 5G y la IA y sus potencialidades científicas, comerciales y de control social, no es un hecho casual y para ello hay que mirar con atención la historia de los actuales líderes del mercado chino.

Las historias de WeChat y la Tencent, empresa que inventó la app para esta gran mensajería y principal eje de la digitalización de la sociedad china WeChat, nos lleva a ver como lograron elaborar su propio know-how, para imponerse en el mercado global y tener la presencia del poderoso partido Comunista Chino y la sociedad china en continua mutación.

Esta empresa es el Facebook chino, pero mucho más extenso en servicios, según lo plantea el propio Mark Zuckerberg, que es un asiduo visitante a China, y que además habla el mandarín y su esposa es china, lo que le permite entender este mundo diferente del Oriente profundo.

Tampoco es casual que los últimos presidentes y secretarios generales del PCCH sean ingenieros, ya que se habla de ingeniería social, un tema que impuso Qian Xuesen (1911-2009), científico del MIT, y que fue expulsado de Estados Unidos por el Macartismo por lo que regresó a China. En 1954 editó un libro de ingeniería cibernética, de allí deriva el primer modelo de ingeniería social utilizado por el PCCH y desde 90´es conocido como el Golden Proyect, orientado a lograr que China sea una sociedad modelo, base confusoniana, nuevas ideas científicas y políticas.

El modelo ingenieril no deja nada al azar, todo está planificado, en Smart cities, viviendo con un gran control de seguridad y uno de los sub proyectos era el Golden Shield, directamente conectado para operar la policía más eficiente.

La ciudad de Shenzhen, en el sudeste de China, fue tomada como un proyecto especial por el líder Deng Xiaoping, que entendió la necesidad de llegar a estar en el mercado mundial, para poder sacar a China de la pobreza, y para ello logró que se le declara una zona económica especial, que generó un altísimo desarrollo en solo dos décadas.

Se lograron las Joint Venture con inversionistas extranjeros y así se da la trasformación de miles de campesinos en obreros de empresas de alta tecnología, de bajo salarios, pero alta productividad, que transformó el mercado. En éste, el Silicon Valley de China, se abrió Huawei, fabricante de smart-phones más importante de China.

El año 2008 será recordado en el mundo como la primera gran crisis del siglo XXI, pero a consecuencia de ello se dio un cambio fundamental en la economía china, ya que la crisis de las subpymes llevó a la dirigencia a repensar el modelo que hasta ese momento estaba basado en las exportaciones.

Con estos hechos, la dirigencia china reformula el modelo y el nuevo mantra fue “menos cantidad más calidad”, un desarrollo más sustentable y un aumento de las ganancias, que permeará a los sectores que hicieron fuerte la industrialización masiva de China.

A ello se le suma el regreso de muchos chinos a su país, que se habían formado en el exterior, lo cual fue un importante aporte para mejorar la calidad y asumir el desarrollo de las nuevas tecnologías y así transformar a China en un país impulsado por la economía digital.

Por ello, esta etapa es muy importante ya que ratifica la necesidad de volver la vista al mercado interno y, con ello, potencializar la capacidad de innovar de las empresas nacionales, lo que sería el futuro de China.

El país asume la fortaleza para crecer solo y ya no escucha la crítica histórica, el siglo de las humillaciones había concluido.

Es así como el país comienza a conectarse masivamente a través de celulares por internet y en el 2011 llega WeChat, y se consagra como un nuevo pilar de la sociedad china el Smartphone.

El 90% de la población se conectaba por el celular y así deben enfrentar el PCCH a las redes occidentales y los contra mensajes, lo cual se logró controlar, Deng decía “abriendo la puerta entra el aire y también las moscas”.

La censura tuvo poca resistencia y esto habla de características propias del pueblo chino, cuyo primer ordenamiento de la sociedad lo dio Confucio, 500 años a.c., y diferentes dinastías siempre generaban un control y orden para la sociedad algo muy diferente a Occidente donde el orden lo generaba y controlaba la religión, y mucho más adelante pasó a ser una función del Estado.

Mientras Europa se replegaba y Estados Unidos seguía buscando enemigos, China fortalecía su modelo y avances, desde su consolidación a comienzos de los 70´a la fecha, China no tuvo guerras, algo que ha sido fundamental para movilizar grandes sumas de dinero a la investigación y apoyo a las empresas emergentes.

En el 2013 llega al poder el carismático líder Xi Jinping, que se orienta al desarrollo de la inteligencia artificial y lograr hacer de China en el 2030 el Estado más avanzado desde el punto de vista tecnológico.

La batalla tecnológica es, a su vez, por la materia prima que mueve estos grandes motores que analizan comportamientos y tendencias, los datos que nosotros mismos entregamos a la red y se recogen gratuitamente para ordenarse y venderse costosamente, a costa de nuestra desidia respecto de ellos.

En junio 2013, Edward Snowden se refugia en Hong Kong, luego de descubrir el mayor escándalo de control de datos de las personas por el gobierno de Estados Unidos, y la pregunta obligada es saber: ¿qué hubiera pasado si el escandalo habría explotado en China?

En 2018, el escándalo de Cambridge Analítica sacó a luz el uso de estos datos en la política y luego se dio el escándalo de WeChat por entregar datos al Estado chino, con reacciones de la sociedad diferentes a Occidente; en Oriente el control del Estado es natural; en Occidente se oculta como algo negativo.

Los datos alimentan algoritmos y a la Inteligencia Artificial y con ellos se predicen comportamientos gracias a las redes neuronales y así se puede controlar mejor a la población. Cuando uno permite la geolocalización en tránsito o meteorología, perdió esos datos que van a ser vendidos a los que predicen política, auge de determinadas zonas, etc., sin límites posibles.

De allí que la diferencia entre Estados Unidos y China en este tema tan importante es de forma no de fondo; en el primero, los datos son gestionados por empresas privadas, y en China por el Estado; los resultados son similares, el control, al final llega al Estado que es el que tiene la potestad de aplicar el mismo.

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