“Chipol”, todo un personaje de fantasía por el rumbo de Mismaloya

Por Eugenio Ortiz Carreño/Puerto Vallarta

Fermín Guzmán Zúñiga no duda al afirmar que Puerto Vallarta se dio a conocer en el mundo gracias a la película de la Noche de la Iguana. En otras palabras, afirma, en Mismaloya nace propiamente la fama del principal destino turístico de Jalisco.

Desde aquí, desde las enormes rocas del arroyo Mismaloya, se difundieron las bellezas de Puerto Vallarta, gracias a la prensa internacional que atrajo la película cuando se proyectó en las salas de cine de Estados Unidos y Europa.

Fermín Guzmán Zúñiga dice que tenía cuatro años o cinco años cuando se filmó la película y su papá lo llevaba en la lancha en la que transportaba a Elizabeth Taylor, a Richard Burton y a los demás artistas; tenía 12 o 14 años, cuando se abrió la carretera y su memoria recuerda los gritos de los constructores cuando decían: “bomba” y tenían que esconderse los habitantes del pueblo porque se rompían con dinamita enormes rocas para abrir el camino de la carretera.

Su abuelo que fue un español que se asentó en Mismaloya, le puso "Chipol" y hoy pocos conocen su verdadero nombre.

Chipol se ha convertido en todo un referente entre los prestadores de servicios turísticos, porque conoce cada rincón de la bahía. Solo él sabe cómo llegar a la Corbeteña o a las Islas Marietas, los puntos más bonitos. También cómo meterse a “las iglesias”, o lugares desconocidos para la mayoría tanto del lado de Nayarit como del lado de Jalisco, en Cabo Corrientes.

TODO UN PERSONAJE

Al conocerlo en persona, pocos pueden imaginar que Chipol es una especie de héroe, un superestrella de los deportes acuáticos, de la pesca deportiva, de la apnea, del buceo deportivo, de todo lo que pueda y quiera imaginar en el mar de la bahía de Banderas.

Tal vez pocos hayan visto al personaje de Chanoc y su compañero de nombre Tzecub Baloyan, que lo mismo jugaba futbol que cazaban tiburones, que vivían en un pueblo pobre de pescadores y que conquistaban hermosas mujeres o castigaban a malechores y malandrines piratas.

Al igual que esos personajes de fantasía, Chipol filosofa y para constatarlo basta asomarse a sus posteos de sus redes sociales, donde por ejemplo publicó: “la vida te da sorpresas. ¡¡No dudes: lo mejor llega cuando menos lo esperas!!! Cuando la vida vale mucho. En su hábitat natural. Lo mejor de la vida no se planea. Simplemente sucede...”.

Gracias a Chipol, Mismaloya es conocida como “chipolandia” y realmente no es para menos, tiene gran cantidad de amigos, porque cada cliente que acepta pasear en su lancha, se convierte en su amigo dispuesto a regresar a la primera oportunidad, para seguir paseando y recorriendo y descubriendo los secretos de la Bahía de Banderas y platicando con Chipol, cuyas historias no terminan.

Su frase preferida es “mi casa es tu casa” y ahí está, junto al arroyo Mismaloya, en la margen izquierda, donde asa los pescados que captura o guisa los pulpos que agarra con la mano, o las langostas y ostiones que arranca de debajo de las rocas del fondo marino.

Si quiere conocer los secretos que guarda la costa rocosa de Cabo Corrientes, desde Tehuamixtle a Las Animas o Yelapa e incluso las Islas Marietas o hasta Sayulita, busque a Chipol en Mismaloya y no se va a arrepentir de lo que vera y de la plática que escuchará.