By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Quizá tengamos que esperar un poco a ver las cifras de arribo de turistas por mar, tierra y vía aérea, pero la realidad cotidiana marca que esta temporada 2022, será muy significativa, porque nos encontramos con turistas canadienses y americanos por todos lados, aunque hay otros que por su forma de vestir, parece que brincaron el charco y otros más de plano hasta con los ojos rasgados no necesitan más descripción.
Ayer fue día de crucero, pero también la afluencia por vía área es notoria, así lo demuestran los autobuses que ingresan al centro de la ciudad, pero también los camiones del transporte urbano, donde los extranjeros se manejan con tal naturalidad como si ya conocieran el destino y lo estuviesen recorriendo una vez más.
A los turistas extranjeros que llegan vía marítima lo mismo se les ve subirse a los autobuses que los llevarán a recorrer el centro histórico, que se les ve cruzar la calle para adquirir víveres en el centro comercial más cercano, junto con los tripulantes del barco.
En la parada del camión no solo en el crucero de la delegación de El Pitillal, casi enfrente de la terminal marítima, sino también en otros sitios como Plaza Caracol y Plaza Genovesa de Puerto Vallarta nos tocó ver a más turistas extranjeros de los que nos encontramos en otras épocas del año.
Justo a la altura de Plaza Genovesa nos tocó presenciar como una turista norteamericana se bajó de su camioneta que quedó parada justo en la avenida Francisco Medina Ascencio, debido a una falla mecánica y como la extranjera, una señora de más de 60 años se bajó del carro y lo dejo ahí en el arroyo de circulación para luego con una pequeña toalla blanca avisar que los carros se desviaran.
La americana se pasaba hasta la banqueta para buscar ayuda una y otra vez, hasta que un empleado de hotel se decidió hacerle caso y en lugar de tomar su camión para ir a su casa, se atravesó la calle y se metió en el asiento del conductor para apoyar a la turista, también convenció a otros hombre para que lo apoyaran y pudieran sacar la camioneta de la circulación.
Ningún agente vial se vio en la zona, menos algún otro chofer o señor para apoyar a la turista americana, ella se fue siguiendo su carro que lo metieron a una de las calles aledañas para poder estacionarlo. Los comentarios de la gente no se hicieron esperar y marcaban que solo el empleado del hotel le pudo entender porque hablaba inglés, otros lo definieron mejor “le apoyo porque sabe que Puerto Vallarta vivimos del turismo”.
Ya más con calma siguió el tráfico avanzando, ya sin la camioneta americana de por medio, otros turistas extranjeros cruzaban las calles, subían al camión y así nos tocó ver a una dama de más de 70 años con una cámara profesional que intentó pedir apoyo al chofer para llegar a un sitio y no fue hasta que saco su celular que pudo ubicarse.
FALTAN LETREROS EN INGLÉS
Llama la atención que ninguno de las unidades del transporte urbano tengan letreros en inglés para orientar al turista extranjero, hace años, en la década de los 90 y hasta incluso a principios del nuevo siglo existían algunas unidades que marcaban la palabra pueblo viejo, para informar que llegaban al centro de Puerto Vallarta.
Pero ahora no, ninguno dice ninguna palabra en inglés y aun así los turistas extranjeros, como también lo hacen los turistas nacionales se suben a las unidades de trasporte urbano y colocan el precio de su pasaje en la alcancía y “pelan los ojos de color” para ver por donde pasa el camión que promete llevarlos no solo a la zona centro de Puerto Vallarta, sino a otros sitios cuando el camión en el que se suben cambia y es una unidad de transporte suburbano.
