Por Enrique Pineda/Puerto Vallarta

La madrugada de este domingo se presentó en el Centro Internacional de Convenciones de Puerto Vallarta el cantante de música de banda Pancho Barraza, en donde ofreció un concierto que fue un verdadero desastre en torno a su organización y por las nulas medidas de seguridad sanitaria frente el coronavirus.

Resulta que el mazatleco tenía previsto ofrecer su concierto a partir de la 9 de la noche del pasado sábado, pero por las bajas ventas en las entradas se anunció que el recital iba a ser cancelado. Esto provocó molestia y furia entre quienes habían pagado y esperado el inicio del espectáculo.

Tal fue la reacción virulenta de quienes ahí se encontraban esperando el inicio del concierto, que amagaron con dañar las patrullas y agredir a los policías asignados para garantizar la seguridad de los asistentes.

SIN CUBREBOCAS NI SANA DISTANCIA

El caso es que después de seis horas de espera en las instalaciones del Centro Internacional de Convenciones de Puerto Vallarta, finalmente alrededor de las 3 de la mañana de este domingo Pancho Barraza salió al escenario y ofreció un concierto que se prolongó por espacio de 3 horas más.

Sin embargo, las medidas de seguridad sanitaria fallaron, pues los asistentes presenciaron el espectáculo –sentados o de pie- codo con codo y sin cubrebocas, que son dos de las mayores peticiones –y exigencias- que han hecho las autoridades de Salud a la población en general.

CRÍTICAS EN LA REDES SOCIALES

De inmediato, este domingo en las redes sociales infinidad de usuarios estallaron en cólera al ver las imágenes difundidas del concierto, pues la falta de medidas sanitarias fue evidente entre los asistentes al espectáculo.

También, casi de inmediato, vinieron las inevitables comparaciones, en cuanto a por qué este tipo de conciertos y bailes sí se llevan a cabo y las peregrinaciones guadalupanas fueron prohibidas en Puerto Vallarta.

Los usuario de Facebook no entienden –y nosotros tampoco- cómo es que se autorizan conciertos y bailes en estas fechas, pero las peregrinaciones fueron canceladas y, en todo caso, si se han realizado algunas peregrinaciones fue porque los fieles católicos así se impusieron, recortando al mínimo el recorrido y el número de participantes. Solo los gobiernos estatal y municipal tienen la respuesta.

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