OPINIÓN

Por Jorge Berry (*)

m.jorge.berry@gmail.com

Llegó el verano. Empezó ya a apretar el calor y la humedad, como lo comprobaron los miles de asistentes al concierto que ofreció Gloria Trevi el viernes pasado. Una mujer controvertida, por decir lo menos. Sus andanzas con el productor musical Sergio Andrade la llevaron a pasar un buen rato en la cárcel, primero en Brasil, y después en México.

Pero se sobrepuso, y contra todos los pronósticos, volvió a convertirse en imán de taquilla, y llena los escenarios en que se presenta. Me cuentan que su show está espectacular.

Conocí a Gloria Trevi a principios de los años 90, antes de que su tóxica relación con Andrade casi acabara con su carrera. La tuve como invitada musical en tres o cuatro programas de entonces. Era cuando estaba de moda aquella rola de “me gusta andar de pelo suelto”. Confieso que ni su voz ni sus canciones me gustaban gran cosa, pero era innegable el arrastre que tenía, sobre todo con los que entonces eran jóvenes.

Su música sigue sin gustarme, pero reconozco la perseverancia y el trabajo que la ha llevado a recobrar, en primer término su salud, y además regresar al estrellato. Por ello es que le dedico estas líneas.

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El viernes estuvo de visita en Puerto Vallarta el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro. Asistió a diversos eventos, acompañado del alcalde Luis Michel. Como todo el mundo sabe, el gobernador pertenece a Movimiento Ciudadano, mientras que el profe Michel llegó a la alcaldía abanderando a Morena. Es poco común, en estos tiempos, ver a políticos de distintos partidos olvidar sus colores, y trabajar en bien de la ciudadanía.

En un mundo democrático ideal, los políticos, al ser electos, deben olvidarse de sus partidos y gobernar para todos los ciudadanos, hayan votado por ellos, o no. Desgraciadamente, casi nunca pasa, y en estos tiempos de odio, encono y resentimiento, menos.

En Nayarit, por ejemplo, la alcaldesa de Bahía de Banderas, Mirtha Villalbazo, no puede ni verse con el gobernador, Miguel Ángel Navarro. Esa pugna hace mucho daño. Y eso que son del mismo partido. Uno pensaría que se podrían sentar en una mesa y discutir sus diferencias de manera civilizada, para diseñar puentes en beneficio de la ciudadanía, pero como ha demostrado demasiadas veces el gobierno estatal, los intereses públicos no merecen gran atención. Todo se les va en tratar de chamaquear al adversario, mientras la población paga el pato.

Por ello fue refrescante ver al profe Michel y a Alfaro ignorar diferencias, y pensar en la gente.

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¿Se acuerdan que lo primero que hizo Andrés Manuel López Obrador al arrancar el sexenio fue dejarnos sin aeropuerto de primer mundo? Cada día que pasa es más evidente que cometió un error histórico. Lo segundo que hizo fue desatar su famosa “guerra contra el huachicol”, y todas las mañanas nos recetaba cifras ficticias del éxito que estaba teniendo. Ahora sabemos que, como casi todo en su sexenio, fue una mentira más.

El diario Reforma publicó una investigación realizada por sus reporteros, donde encontraron 64 puntos de venta de gasolina robada, solo en la autopista México-Querétaro. Los huachicoleros expenden la gasolina en bidones de 25 litros, y cobran el litro a poco más de 13 pesos. También venden diésel, y también más barato que el oficial. Hasta se anuncian. En las noches encienden luces intermitentes para que los clientes los puedan localizar. No se puede decir mucho más.

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Mientras, los acólitos de Morena siguen desmantelando instituciones electorales. Esta vez, argumentando austeridad, la legislatura local de CDMX, encabezada por Morena, desmantelará cinco áreas técnicas del Instituto Electoral de la Ciudad de México, entre ellas, la que vigila la fiscalización de los gastos de campaña. Morena no quiere que se sepa cuánto gastan en campañas, y menos de dónde viene el dinero.

Todos estos esfuerzos, que culminarán en el intento de modificar la ley federal electoral, son claras señales de que pretenden ganar las elecciones de 2024 por cualquier medio posible, incluido una elección de estado, dirigida desde Palacio Nacional.

En CDMX, la oposición usa tácticas dilatorias, propone enmiendas, y tratan de detener la aprobación, pero para la Señora Sheinbaum este golpe institucional es necesario, puesto que está bien consciente de que ella, y sólo ella, perdió la elección intermedia para Morena. Si sus diputados no completan la masacre al Instituto, sus aspiraciones presidenciales, ya bastante mermadas, morirán.

¡Hasta el viernes, amigos de Vallarta y Bahía!

(*) Periodista, comunicador y líder de opinión con casi 50 años de experiencia profesional.

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