Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Los residentes de Nuevo Vallarta se encuentran molestos por el manejo del Fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA), debido a que se han “absorbido” las cuotas y cobros de mensualidades por consumo de agua, sin que haya correspondencia en la prestación de los servicios a los que está obligado el organismo estatal.

Lo que más les indigna es que no informaron a nadie de cuál era la razón para adoptar tal medida y a un año de que se adoptara, siguen sin tomar en cuenta a los colonos, quienes en un escrito dirigido a la Dirección General del Fideicomiso Bahía de Banderas, señalan las múltiples irregularidades que se han suscitado desde que tomó el control la actual administración.

En principio, señalan las arbitrariedades que se han dado con el programa de “recuperación” de predios, en los que se han registrado excesos y cuando los propietarios demuestran la legalidad de sus documentos, solo opta el gobierno por un “usted disculpe” y es que el gobierno actúa con el criterio de que ellos son la autoridad y los ciudadanos tienen que defenderse, aunque las acusaciones sean basadas en falsedades o mentiras.

En el escrito dirigido a las diversas instancias, demandan que se resuelvan de manera urgente las necesidades que ya fueron planteadas ante el IMPLAN y a la Dirección de Desarrollo Urbano, Control Territorial y Ecología, tales como la regularización de la marina de Nuevo Vallarta, que es estero, y la terminación de las obras pendientes, como es el desazolve del estero.

Piden asimismo la cancelación de las concesiones particulares y hacer pública esa marina, incluyendo la dársena de la V6 creando un patronato público privado para su manejo y administración. Asimismo exigen el saneamiento de la Laguna el Quelele y los canales de Nuevo Vallarta que tienen una longitud de 9 kilómetros.

Demandan la rehabilitación de al menos un área de estacionamiento en la V5  y la expropiación de lotes baldíos en la V5 y V6 y declararlos como área natural protegida, además de hacerlos parques públicos por la saturación de edificios; piden la reapertura de la avenida Paseo de Las Moras, cerrada desde 2006.

Retoman la demanda que se ha hecho desde hace décadas, como es la apertura de la avenida Paseo de los Cocoteros, cerrada desde principios del año 2000, por Desarrollo Banderas SA de RL de Henry y Alec Davis en proceso judicial.

Demandan asimismo la apertura del lote 20 para convertirlo en Club de Playa y acceso al mar y señalan la apertura del lote 11 y hacerlo parque recreativo, iglesia o museo-biblioteca, y que los accesos al mar cerrados por hoteleros y desarrolladores, tanto en Nuevo Vallarta como en Flamingos, sean reabiertos.

Piden la municipalización del fraccionamiento Nuevo Vallarta mediante un convenio con el municipio para administración autónoma del fraccionamiento de la nueva AC de colonos y que se proceda a la creación de una nueva AC de colonos en proceso; finalmente demandan la desaparición del FIBBA como administrador del fraccionamiento.

Demandan asimismo que se aclare si aún la Dirección Regional y la Dirección General tienen chofer y guaruras a su servicio y si estos son realmente necesarios y exigen se aclare quién sufraga los gastos y además, quién cubre los gastos de las personas ajenas al desarrollo que se ha visto llegar a la casa de gobierno y finalmente cuestiona por qué la casa de gobierno es usada como lugar de fiestas privadas.

Su molestia es mayor porque se cobra altas penalidades a los particulares, pero FIBBA no da mantenimiento a las áreas públicas y además se cobran incluso la constancia de “no adeudo”, aunque vayan al corriente de su pagos. Para colmo, señalan que FIBBA nunca da informes de los ingresos y egresos del fraccionamiento.

Su molestia es mayor, porque cuando alguno de los residentes va a pedir una cita, no los quieren atender y los hacen esperar durante horas sin causa justificada.

Cuestionan qué clase de trabajos se están haciendo en la planta de tratamiento y cuáles son los beneficios para los residentes. Además cuestionan por qué el gobernador dio un banderazo de inicio de obras de la planta y no invitaron a los colonos.

El colmo es que el mismo FIBBA vandalizó los medidores de agua, como represalias para que los propietarios se pongan “al corriente”, pero nunca fueron notificados  y se les cobró exageradamente el pago de la reconexión.

Señalan además que hay falta de mantenimiento a las villas e incluso a los mismos canales de navegación.

Se cuestiona porque hay tantos vendedores ambulantes en las playas y piden que todos los visto bueno sean supervisados por el comité de colonos para que se respete lo que se autorizó.

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