Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…

OPINIÓN

Por Marc Murphy (*) - Marc@MexicoPacificLifestyle.com

¡Hola a todos!

La semana pasada nos sorprendimos con la noticia de que la Embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad por los hechos de violencia que involucran a taxistas en Cancún contra conductores de la plataforma Uber. Las disputas no habrían pasado a mayores si no es porque, en algunos casos, los conflictos derivaron en lesiones para turistas estadounidenses que eran transportados en los vehículos involucrados.

Además de solicitar a los ciudadanos estadunidenses “revisar sus planes de seguridad personal”, la Embajada de Estados Unidos no escatimó en advertencias al mencionar que, en México, los delitos violentos como homicidios, secuestros, robos de vehículos y robos, “están muy extendidos y son comunes”.

La alerta se dio luego de que un grupo de taxistas, en su intento por frenar las actividades de Uber, bloqueó los dos únicos accesos que conectan la zona hotelera de Cancún con el aeropuerto internacional y la zona urbana, lo que provocó la intervención de grupos antimotines de la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, el Ejército Mexicano, la Policía Militar y Seguridad Pública estatal con el fin de liberar el bloqueo.

Indudablemente, se trata de una publicidad nada beneficiosa para el principal destino turístico de México, en cuyo aeropuerto aterrizan 700 vuelos diarios en promedio y que en 2022 recibió mas de 9 millones de turistas internacionales, según cifras oficiales. Es por eso me causó extrañeza que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizara la problemática e incluso se atreviera a decir que se “exageran” las cosas, cuando las autoridades de turismo de Cancún han dicho que el destino tardará hasta seis meses en recuperarse de los efectos de esta alerta.

Si bien el conflicto entre taxistas y la plataforma Uber no es propio de Cancún o de México, ya que también se ha dado en destinos internacionales como Barcelona (donde el pasado 17 de enero, centenares de taxistas protestaron contra las plataformas Free Now, Uber, Cabify y Bolt), Madrid y Nueva York, esto no debería ser un consuelo ni debería ser minimizado por las autoridades. Más bien debería ser un llamado de atención para otros destinos turísticos mexicanos, entre ellos Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, que también han vivido momentos de conflicto cuando la plataforma de Uber llegó a esta región en 2017, cuando los turistas eran bajados de los vehículos por los choferes de taxis, generalmente en medio de la carretera, utilizando palabras altisonantes e incluso golpes.

Por supuesto, todos fuimos conscientes del desgaste que significó ese conflicto en la imagen del destino, por lo que es momento de reflexionar y “poner las barbas a remojar” no solo por lo que está pasando en Cancún, sino por otra problemática que aqueja de manera recurrente a la región de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, generada por taxistas y permisionarios del servicio de autotransporte federal de turismo: la pelea por el pasaje, la exigencia de una tarifa para poder recoger a los turistas en el aeropuerto y trasladarlos a sus hoteles, y escenas violentas muy similares a las ocurridas en la península de Quintana Roo. Estamos a tiempo de evitar una alerta de viaje.

¿Qué piensan ustedes? Envíenme sus comentarios.

(*) Especialista en consultoría y desarrollo turístico/inversión y gestión inmobiliaria.