By + Movilización ciudadana, será un eco constante para la SCJN; en cualquier país con un alto sentido democrático, no tan solo se reconocería el valor social de la ciudadanía al manifestarse en defensa de su Instituto Electoral, de inmediato tenderían puentes para escuchar a la voz ciudadana
Con agudeza, el Dr. Jorge Villanueva advierte que la ciudadanía no será escuchada por el Ejecutivo federal y, desde Palacio Nacional, están preparando la desacreditación de la marcha del 26 de febrero, como sucedió el 13 de noviembre pasado; por eso reafirma que hoy más que nunca México requiere de ciudadanos amantes de su patria y de sus libertades. Y aviva a la ciudadanía a la reflexión consciente y la participación pacífica en defensa de la democracia.
La historia inmediata en nuestro país consignará el año 2022 en materia democrática, como un año en donde el partido en el poder intentó reformar la Constitución y de esta manera cambiar al INE, por un nuevo organismo a modo y al servicio del aparato gubernamental.
Miles de ciudadanos en más de 50 ciudades del país salimos a marchar con la consigna “al INE no se le toca”.
El movimiento fue espontáneo y voluntario, la sociedad civil en forma por demás respetuosa se hizo presente en el escenario nacional.
Propios y extraños se sorprendieron de la gran muestra cívica que dio la ciudadanía en cada plaza de nuestra nación.
La oposición política resistió de tal forma que el gobierno morenista no consiguió los votos necesarios para enmendar la Constitución.
Sin embargo, el plan de “descuartizar” al INE, término utilizado por los propios morenistas, siguió adelante y desde la mañanera el Ejecutivo federal anunció el famoso “Plan B”. El cual se detonó y con mayoría simple, se cambiaron las leyes secundarias en materia electoral.
De este nuevo ataque al INE hasta Ricardo Monreal admitió públicamente que dichas reformas violaban nuestra Carta Magna.
Hasta ayer, 21 de febrero, más de 110 organizaciones están convocando a la marcha de este próximo domingo 26, con la premisa “mi voto no se toca”.
Al momento, poco más de 80 ciudades se siguen sumando a este llamado de la sociedad civil.
En cualquier país con un alto sentido democrático, no tan solo se reconocería el valor social de la ciudadanía al manifestarse en defensa de su Instituto Electoral, de inmediato tenderían puentes para escuchar la voz ciudadana.
Pero en México solo estamos seguros que desde Palacio Nacional están preparando la desacreditación de la marcha y como el 13 de noviembre pasado, la ciudadanía no será escuchada por el Ejecutivo nacional.
Desde cualquier ángulo que se analice, a Morena le es sumamente incómodo todo aquel movimiento que socialmente pueda ser percibido como una dinámica democrática y sobre todo partiendo de la sociedad civil.
La marcha programada para el domingo 26 de este mes es una movilización que no defiende políticas del pasado, que no tiene un corte ideológico; simplemente es la ciudadanía que quiere preservar a su órgano electoral autónomo.
Un organismo ciudadano, imparcial y que garantice el voto libre y secreto. Y que el mandato popular sea expresado libremente en las casillas electorales, todo esto con los procedimientos que se encuentran enmarcados en la Constitución.
Lo que está aconteciendo en nuestro país con el Plan B deja al descubierto la naturaleza autoritaria de las autoridades que gobiernan el país.
Se ha querido desde la primera marcha de noviembre, desvirtuar a los ciudadanos en su participación cívica.
La cámara en San Lázaro ha perdido su peso y valor como un poder autónomo, y ante la consigna de no cambiar ni un punto ni una coma a las iniciativas del Ejecutivo violan el principio de defender y hacer valer la Constitución.
Es tal la encomienda de desfuncionalizar al INE, y por consecuencia, afectar la democracia en México; que la entusiasta movilización ciudadana en todo el país, será un eco constante para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que es la última instancia con facultades de decisión para hacer valer el marco constitucional.
Hoy más que nunca México requiere de ciudadanos amantes de su patria y de sus libertades.
Debemos de manifestarnos con la firme conciencia de que defendemos derechos y libertades para nosotros y para las futuras generaciones.
