Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

La población de Jarretaderas no solo tiene que luchar en contra de los abusos de las constructoras, sino que ahora tiene que cuidarse de la proliferación de bares y cantinas que se han instalado en todos lados, lo mismo cerca de la plaza principal, que cerca de las escuelas y demás espacios públicos.

Librado Consuedra Pascasio, habitante de Jarretaderas, se quejó de esta situación y pide a la autoridad municipal que intervengan y regularicen la venta y consumo de bebidas alcohólicas en el pueblo.

El problema es que ya resultan incómodas, pero además en los estacionamientos y banquetas de las tiendas de conveniencia y depósitos de cerveza, en determinados días y horas del día se convierten en  auténticas cantinas públicas.

Señala que “la verdad es que sí hay gente que a pesar de estar alcoholizado respeta, pero hay muchos a los que les encanta faltarle el respeto a las mujeres”.

Esa es la razón por la que las banquetas ya no son transitables, las mujeres cuando salen a la calle por alguna necesidad, para que no les falten al respeto se tienen que bajar y caminar por la calle arriesgándose a que sean atropelladas por algún vehículo.

“La realidad es que Jarretaderas tiene fama históricamente de contar con más bares y cantinas que farmacias, pero los últimos años el número de negocios con venta de bebidas alcohólicas se ha multiplicado por la presencia de las tiendas de conveniencia, donde se supone que venden cerveza, “para llevar”.

El problema es que hay grupos de trabajadores de la construcción que hacen una ronda en cualquier espacio y se alcoholizan a la vista de la gente.

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