Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de banderas

La falta de mano de obra en la industria turística es más seria de lo que se cree, ya que incluso destinos consolidados en México recurren al “pirataje” de personal calificado, y vienen a la Riviera Nayarit o a Puerto Vallarta para llevarse personal a nivel de supervisión, no solo a personal de línea.

Ramón Ruelas Hernández, dirigente sindical en el área de Punta de Mita, advirtió lo anterior y añadió que la problemática no solo afecta a un hotel o a un restaurante, sino a toda la región que comprende Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.

Reconoció que el riesgo es que baje la calidad del servicio y puso como ejemplo el hotel Four Seasons, que es el icono de la alta gama de la hotelería, aunque ya han llegado hoteles igualmente importantes a la zona, por lo que ahora se ha dado en llamar “zona luxury” a la zona de Punta de Mita, y que abarca incluso a Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit y toda la región.

Esta zona, añadió, se ha visto afectada inevitablemente por la falta de personal, de lo que ya se ha hablado. Y es que todo se debió a la pandemia, cuando la gente se regresa a sus casas, hace actividades de otra naturaleza y le perdió el miedo a no tener un empleo permanente, con seguridad social, con prestaciones, con aguinaldo.

La realidad es que perdió el miedo porque se dio cuenta que vendiendo frituras fuera de su casa, tenía a la vista a sus hijos y ganaba más de manera inmediata, aunque pierde su seguridad social. Pero ese fenómeno trajo como consecuencia que al reabrir los hoteles con los niveles requeridos y al abrir ya al 100 por ciento, con los niveles más altos de ocupación, la gente ya no regresó.

Y es que muchos se fueron a sus ranchos y se dieron cuenta que vivían muy a gusto aunque con menos dinero y muchos optaron por el emprendedurismo y este es uno de los factores que generaron este fenómenos que origina la falta de mano de obra en la región.

Comentó que hace meses se hablaba más o menos de un déficit de 565 camaristas, a la mejor ya cambiaron los números, y es regional. Si cada camarista atiende 20 habitaciones por día, imaginemos cuántas habitaciones están descubiertas hoy día. Eso no quiere decir que se van a dejar de hacer, simplemente la carga se le está echando a la plantilla laboral efectiva.

LA GENTE SE ESTÁ CANSANDO

El problema es que esto ocasiona un segundo fenómeno que es que la gente se está cansando porque no están descansando, porque están duplicando horarios, o están doblando turnos y todos sabemos que ante una carga horaria tan pesada llega a un punto que la gente deja de rendir, y ahí es donde perdemos dejamos de ser competitivos.

Por eso advierte que claro que pega la falta de personal, porque a la par se dan otros fenómenos, como que están viniendo reclutadores de otros destinos turísticos consolidados, pero no vienen por mano de obra de línea, vienen por los ya formados, a niveles de supervisión para arriba.

Esto debe encender el “foco rojo” a los encargados de recursos humanos de la industria en la zona y también a los Sindicatos locales, que tienen que estar atentos a estos fenómenos, entre ellos el de la baja competitividad. Pero además eso se ve en todos los niveles, porque por ejemplo la industria del transporte, ya los choferes están agarrando dos turnos, se bajan de un vehículo y agarran otro camión y en un momento se van a cansar.

Por eso ahí está la otra parte, no se si lo haga la hotelería, pero se está volteando hacia las otras industrias, hacia la construcción y a la pesca.

“En particular lo que estoy haciendo es que ya estamos volteando hacia los albañiles, para subirlos a manejar los carros, a los pescadores ya los estoy sacando de la pesca en la zona de Punta de Mita, ya los habilité como choferes de transporte, pero no se ha tenido tiempo de capacitarlos debidamente, porque no deja de ser un salto”.

“Lamentablemente con esto se le está pegando a la competitividad y puede haber un momento que estemos vendiendo un destino luxury, un destino turístico de alta gama, y por consecuencia los estándares son mucho más exigentes, donde alguien paga para tomarse un trago en una copa de no se qué, donde la pura copa vale 70 mil pesos, y ser atendido por un mesero, un cantinero o un bartender que no tiene, no está capacitado para dar estos servicios”.

DIFERENCIA DE SERVICIO

Remarcó que otro punto es la diferencia de servicio que se presta en la Riviera Maya, con el que se da en Puerto Vallarta o la Riviera Nayarit, no se puede comparar la calidad del servicio que da un mesero aquí, con el que brindan en la Riviera Maya.

“Indiscutiblemente ya se ha detectado desde hace mucho tiempo, eso hace la diferencia, estas personas hacen la diferencia, hemos estado en proceso con la OIT donde se ha analizado también esa parte, incluso por eso nació un comité al que lamentablemente no se le ha dado seguimiento, que fue el Comité de Gestión de Competencias, donde se analizó el servicio con enfoque de destino, donde se explica eso, que un mesero de aquí no se compara con un mesero en los Cabos, o de Acapulco, ni de Cancún, y eso tiene que ver con la naturaleza de las personas”.

Los meseros de la región son bien vistos, y lamentablemente ahora está escaseando esa mano de obra; “incluso no tenemos brigadas de banquetes. Brigadas de ese nivel. Si hay brigadas para servir en bodas o XV años, y eso, pero no hay brigadas para cubrir un evento de cierta categoría y tan exigente que tenemos que volver a usar personal de la plantilla, utilizar los servicios de la plantilla que ya está ahí, pero que ya cumplió su jornada de 8 horas, y al que hay que pedirle que se quede más tiempo”.

Un riesgo más es que se puede agotar, de manera anticipada la temporada, porque no se va a dar a basto en muchos aspectos y esperemos que eso no le pegue de manera tan negativa a la competitividad.

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