OPINIÓN

Por Jorge Berry (*) – m.jorge.berry@gmail.com

El documento, en primer término, es un insulto al uso correcto del castellano; pero eso es lo de menos. La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador a una resolución que se presentó en el parlamento europeo es lo de más.

El parlamento europeo reúne a representantes electos de los 27 países miembros, y tiene diputados de todas las tendencias políticas, desde la ultraderecha hasta los socialistas radicales. La resolución presentada sobre México pedía al gobierno mexicano tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los periodistas.

México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, sin contar escenarios de guerra. Solo este año ya llevamos 5 periodistas asesinados. El documento, de manera respetuosa, solicitaba que el presidente López Obrador dejara de atizar el fuego anti-medios con sus críticas y ataques diarios sobre periodistas que le incomodan.

La votación fue abrumadora: 607 a favor, 73 abstenciones y 2 en contra. Curiosamente, los dos votos en contra fueron de legisladores de ultraderecha, lo que nos indica claramente lo falaz que es el discurso presidencial sobre “los conservadores”.

La resolución enfureció a Palacio Nacional. Sin medir consecuencias, sin siquiera llamar al canciller Marcelo Ebrard, el presidente y su llamado director de comunicación social, Jesús Ramírez Cuevas, redactaron una respuesta vulgar, ofensiva, mentirosa y gramaticalmente insostenible.

Sin más, ordenó enviar la respuesta. Llamó a los parlamentarios europeos “borregos” e “injerencistas”, los acusa de formar parte de un “compló” en su contra y descalificó a toda Europa, acusándolos, aunque Ud. no lo crea, de negligentes por no evitar que estallara la guerra entre Ucrania y Rusia. Toda una lección de lo que no se debe hacer en el campo de las relaciones internacionales.

Este, que es el más reciente de sus arranques, puede costar caro. La Unión Europea y México son socios comerciales desde 1997. El acuerdo se modernizó en 2020, pero aún no sido ratificado por las legislaturas de ambas partes. Con esta perla, los parlamentarios europeos no tendrán gran prisa por subir el asunto a la agenda.

Por otra parte, el escándalo le cayó del cielo a AMLO. Desvió la atención un poco, pero solo un poco, del tema de la Casa Gris y el estilo de vida millonario de su primogénito José Ramón López Beltrán, y de las incendiarias revelaciones contenidas en grabaciones de llamadas del fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero.

Esas grabaciones comprometen no solo al fiscal, quien se muestra como un sujeto vengativo y dispuesto a usar su puesto para fines personales. En otro gazapo presidencial, López Obrador dijo que “comprendía” al fiscal, dando así luz verde para que Gertz continúe usando el cargo, mientras siga las indicaciones de Palacio. No hay mejor definición de un “fiscal carnal”.

La cosa no para ahí. En la grabación, Gertz afirma que tiene en la bolsa a 4 ministros de la Suprema Corte de Justicia, para bloquear el amparo que pidió Alejandra Cuevas, de 63 años, que está presa desde que Gertz llegó a la fiscalía. Ella es hija de Laura Morán, pareja durante 50 años del fallecido hermano del fiscal, Federico Gertz Manero. Doña Laura está fugada, pero hay orden de aprehensión en su contra. Está acusada, junto con su hija presa, de asesinato por omisión del hermano del fiscal.

Lo cierto es que es cuestión de dineros. Gertz Manero y su hermano tenía cuentas de origen dudoso en el extranjero, que llegaron a aparecer entre los Panama Papers. Al morir Federico, su pareja Laura Morán se quedó con el control de las cuentas de su pareja, y provocó la embestida del fiscal, quien al no poderla intimidar para que cediera la fortuna, tuvo que recurrir a medidas extremas, pero además, ilegales.

Todo esto, y el presidente se hace de la vista gorda, expresando que tiene “confianza” en su fiscal. La ley dice otra cosa. La Unidad de Inteligencia Financiera tiene detectados depósitos de Gertz en el extranjero por cientos de millones de pesos, cuyo origen se desconoce.

En una entrevista reciente, Gertz declaró que es víctima de una “persecución mediática”, una de las estrategias preferidas de todo lo que tenga que ver con la 4T.

Esta vez, puede que no sea tan fácil. El tema ya embarró, y feo, a la Suprema Corte, y en especial al ministro presidente Arturo Zaldívar.

Y la pregunta que sigue en el aire: ésta fue una conversación telefónica entre el fiscal y el subprocurador Juan Ramos López; ¿quién la filtró a los medios? ¿De dónde viene el “fuego amigo”?

Ya sabremos.

¡Hasta el viernes, amigos de Vallarta y Bahía!

(*) Periodista, comunicador y líder de opinión con casi 50 años de experiencia profesional.

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