LA MIRADA INCÓMODA

“El clima está cambiando, nosotros también deberíamos”: Ecología Verde.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

Siempre hay minorías que creen que oponiéndose a lo que ocurre, toman poder o presencia en los medios, una manera infantil de promoverse, desde los anti derechos de las mujeres a los promotores de la pena de muerte, pasando por los negacionistas de las pandemias y su fruto los anti vacuna.

La actual amenaza planetaria que se viene estudiando e informando a la sociedad desde varias décadas, sin lograr acuerdos mínimos para enfrentarla, ya que año a año las conferencias y reuniones no logran poner de acuerdo al mundo con los principales emisores y consumidores, las potencias mundiales, que asumen globalmente una doble cara, por un lado, negacionistas y, por el otro, una perspectiva crítica apoyando en las formas generales sin compromisos efectivos.

Ante la ceguera de los grandes poderes del presente, veremos las hojas del pasado donde sucedió el cambio climático y que consecuencias tuvo el mismo para pueblos y sociedades de la época, y nos limitaremos a nuestra era a partir del siglo I d.C. por razones de información y últimos estudios.

CAMBIO CLIMÁTICO, MIGRACIONES E INVASIONES

En el siglo IV, Roma, otrora el gran imperio, retrocedía y luchaba por su propia supervivencia, enfrentado en lo más cercano a Persia que en el 379 logró tomar centros claves para el comercio y la comunicación en el Mediterráneo, al recuperar Nisibis y Singra, además de anexionar la mitad de Armenia.

En este período, el mundo estaba entrando en un cambio ecológico, que en Europa se manifestó con el aumento del mar y la llegada de la malaria a la región del Mar del Norte, y en Asia a la reducción de la salinidad del Mar Aral, que comenzó en el siglo IV y la aparición de una vegetación diferente en las estepas y nuevas pautas del avance de los glaciares en la cordillera de Tian Sha.

Las consecuencias de esta situación nueva fueron devastadoras, como lo atestiguaban comerciantes de la ciudad de Dunhuang al oeste de China, hambre por escasez de comida, lo que había generado un caos en la región, lo que crea una situación para la consolidación de un gran mosaico de alianzas de tribus de las estepas.

Estos pueblos ocupaban la franja que unía a Mongolia con las llanuras de Europa central, lo que le permitió abastecerse para poder avanzar sobre Europa, en un gran ejército organizado por los “XWN”, o sea, los Xiongnu, mejor conocidos en Occidente como “los Hunos”.

Entre el 350 y 360 se produjo una oleada de migración en la medida en que los Hunos avanzaban y ese movimiento de las tribus de las estepas era a consecuencia del cambio climático que generó una lucha por los recursos, creando este doble proceso: las migraciones y las invasiones.

A la gente actual le resulta difícil entender ese “Derrumbamiento completo del orden mundial”, y mucho menos asociarlo a un detonante “natural”, el cambio climático. Las consecuencias están vigentes en la actualidad porque la debilidad de Roma permitió al cristianismo tomar el poder y hacerlo su capital mundial y centro de poder.

EL PERÍODO CÁLIDO MEDIEVAL Y EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Hubert H. Lamb fue el que estudió en profundidad en Europa el clima de la Edad Media, donde se dio lo que él denominó el “período cálido Medieval”, que se inicia después del año 800 d.c., y que también se le denomina anomalía climática medieval, ya que, pese a que se dio un aumento de temperatura, hubo años de fríos intensos como el 1010-1011, que afectó hasta el Mediterráneo oriental.

En los tres siglos siguientes, los inviernos excepcionalmente fueron muy fríos, pero el calor logró derretir los casquetes de hielo lo que ayudó a elevar el nivel del Mar del Norte, y así se aumentó la línea de la vegetación en las montañas.

El nivel del Mar del Norte siguió subiendo hasta después del año 1000 y en Gran Bretaña había una ensenada que llegaba hasta Norwich. Con las grandes tormentas, entre 1251 y 1287, se inundaron la mayoría de las tierras de los Países Bajos, hasta tal punto que se formó un cuerpo de agua interiores denominado Zuider Zee. En el mismo período, miles de hectáreas de la costa danesa y alemana desaparecieron bajo las aguas.

Para Lamb, el fin del período cálido llegó en distintos tiempos en Europa, en Groenlandia el calentamiento se dio entre el 900 y el 1200, en Europa las temperaturas más elevadas se dieron entre 1100 y 1300 con veranos secos e inviernos suaves que llegaron a ser la moneda corriente de ese tiempo excepcional.

El período cálido medieval no constituyó un episodio discreto, con un clima claramente distinto del precedente y tampoco lo fue el periodo que le sigue “La pequeña Edad de Hielo”, que se extendió desde el 1300 hasta aproximadamente 1860.

Guillermo de Malmesbury, en el elogio al vino, sostenía que el aumento de 1 o 2 grados puede crear un paisaje completamente nuevo o aplastar una civilización entera.

Una consecuencia fundamental del cambio del clima, el período cálido medieval fue la expansión del conocimiento del mundo por los mejores navegantes de su época, los vikingos, con dos tipos de barcos: los de guerra rápidos y maniobrables para la navegación costera y los de carga, los knarrs, aptos para los grandes mares.

La expansión de los escandinavos comenzó con las islas Orcadas, y con las Shetland ubicadas al oeste de Escocia para concluir esa etapa con el desembarco en las islas Feroe.

En el 874, Ingolf desembarcó en Islandia y en el 900 los primeros colonos se habían asentado en una isla donde habían llevado animales que les daban leche, y pese a ser más suave el clima que en la actualidad, ellos combinaron la producción de leche con la caza de focas y la pesca costera del bacalao y siglos después, en el XII con un clima benévolo plantaban cebada y heno para forraje de sus animales, que duró poco tiempo más y la isla se heló, siendo recién en el siglo XX cuando se retomó el cultivo de cereales.

Así se expanden las colonias a bahías donde no había hielo en la mayor parte del verano, porque la corriente de Groenlandia que fluye cerca de la costa, transporta agua templada y esa misma corriente llevaba a los colonos a las islas cercanas a la bahía de Disko, que era la zona donde abundaban los bacalaos, focas, los narvales y las morsas. Los escandinavos a esta zona la denominaban Nordrsetur, porque lograba bastante marfil para pagar diezmo que exigía la iglesia.

En el 985 estos colonos navegantes llegaron a la isla de Baffin y avistaron la península del Labrador (América del Norte). El hijo de Erick el Rojo, Leif Erikson regresa a la costa de Labrador y la navegó hasta la desembocadura del río San Lorenzo, allí levantó un asentamiento que estuvo habitado durante varios años y la colonia recibió el nombre de L’ Anse aux Meadows.

PRIMERAS CONCLUSIONES

El cambio climático cambió la sociedad de muchas maneras, le permitió mejorar los cultivos, cría de animales y la pesca. Le permitió navegar más allá de los lugares definidos como los “límites” y allí encontraron islas donde antes parecían icebergs, y ello amplió el mundo de toda una época durante varios períodos, ya que nosotros solo hablamos de uno que se iniciaba en siglo IV y los otros del siglo IX al XIII.

Permitió una gran movilidad de la población, unos huían de los grupos más agresivos de nómades que pretendía ampliar sus áreas de influencia, sobrevivir mejor.

Así tenemos en Eurasia un movimiento de miles de personas de oeste a este, que se repitió varias veces, inclusive hubo períodos donde fue acompañado por las pandemias como la peste negra.

Los nórdicos lograron llegar a América y luego muchos más lo comenzaron a hacer para cazar, pescar, buscar maderas finas y el preciado marfil de las morsas, el cachalote y la orca, usado en la joyería y tallados de la época.

En síntesis, el cambio climático generó profundos cambios y transformó en una época las oportunidades de las regiones que afectó. Hoy posiblemente genere impactos mayores por la alta densidad de población del planeta, pero las trasformaciones que generaron han sido muy importantes en el esquema de poblamiento y explotación de productos, navegación y pesca, incluido el descubrimiento para los nórdicos de América. 

Para 2021, el costo de los efectos del cambio climático se estimó en 343 mil millones de dólares y, a medida que pasen los años sin acciones concretas, esto irá creciendo, especialmente en el mundo insular amenazado por la subida del nivel del mar y la mayor potencia de los fenómenos como tormentas y terremotos.

La diferencia entre el pasado y el presente es de dimensiones; en el pasado no había una respuesta a estos cambios, era mínima o religiosa; en el presente, los datos están muy claros, con sus causas y la razón de inacción; es la lucha por la hegemonía mundial, sin importar los costos que tendrán que pagar la mayoría de los países que han sido explotados por los que hoy detentan el poder.

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