El crecimiento del aeropuerto internacional marcó el desarrollo regional en la bahía

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

La sala de llegadas del aeropuerto internacional de Puerto Vallarta es un incesante río humano, en el que familias, grupos de jóvenes mujeres, o de muchachos e incluso ancianos llevados por sus familiares en sillas de ruedas, salen para abordar un taxi o un transporte que los lleve a sus hoteles o a sus residencias.

Entre ese río humano, parece encontrarse incómoda Beatriz Miramontes, la reportera, la funcionaria de la delegación de Turismo, la coordinadora de mil eventos turísticos en Puerto Vallarta y nadie mejor para hacer una evaluación de las transformaciones que ha tenido la terminal aérea que ella ha conocido.

Y al escuchar la pregunta inmediatamente se transporta a los orígenes del aeropuerto, a lo que ella conoció hace décadas y relata emocionada: “A mí me han tocado todos los cambios que ha sufrido el aeropuerto desde 1970. Por un lado en los años 70 era como un regalo de mi papá para nosotros traernos al aeropuerto a recibir gente y a ver los aviones, porque en ese tiempo podía ver la gente desde el segundo piso, donde están las oficinas administrativas, toda la plataforma, y quien bajaba y quien subía a los aviones, era muy emocionante”.

También el aeropuerto para mí “ha sido parte de mi crecimiento que he vivido  en Puerto Vallarta, tanto personal como profesionalmente, entonces ahora ver esta nueva logística de distribución de llegadas y todo esto, si me tiene impactada, porque ya tenía muchos años de no venir al aeropuerto”.

Además la cantidad de gente, “es un río de gente, aunque siempre a esta hora en viernes, en fin de semana, siempre ha sido normal la cantidad de gente que se tienen en llegadas tanto como en salidas, porque si uno observa el área de salidas, también está saturada”.

HAY MUCHA GENTE

Pero eso ha sido siempre desde los inicios del aeropuerto así ha sido este movimiento y es un horario bien definido, empieza como a las 11:00 más o menos y a las 4:00 o 5:00 ya pasa todo este maremoto de gente y vuelve después de las 7:00 y ahora es diferente porque hay más aerolíneas que llegan y los aviones son más grandes, aunque algunos vuelos a Guadalajara ponen aviones pequeños.

Lo increíble es la logística, la cantidad de gente, de taxistas, de opcs, de guías y agentes de viajes y la gran cantidad de vehículos, al grado de que se forma un circuito alrededor del estacionamiento, de automovilistas que vienen específicamente a esperar pasajeros.

Por todo este movimiento tan intenso de pasajeros, el Grupo Aeroportuario del Pacífico contempla crecer el área de la terminal de pasajeros, aunque eso tiene dos situaciones, una es el tema de salidas y las llegadas de pasajeros, toda la logística desde que bajas del avión, hasta que te hospedas, y otro es el servicio en las aeropistas, tema de la torre de control y es toda la infraestructura.

Y es que una cosa es el servicio del aeropuerto, o donde opera de las líneas comerciales, para los transportes aéreos que han crecido. Es emocionante ver el crecimiento, aunque no estamos satisfechos al 100 por ciento, porque la demanda del transporte aéreo ha crecido en Puerto Vallarta pero la infraestructura y los recursos no nos han dado la capacidad para responder de manera previa a todas estas situaciones, porque siempre estamos en reacción, y aunque las autoridades civiles y el sector privado, han tratado de planear la cuestión de los presupuestos y todo, siempre reaccionamos y no hay planeación”.

MOMENTOS IMPORTANTES

Brevemente relata su trayectoria desde que estuvo relacionada con Aerotron, pero en un momento su familia estuvo más relacionada con Aeroméxico, su hermano trabajó en Aeroméxico, estuvo en un tiempo en servicio de renta de autos en el aeropuerto, estuvo en la delegación de turismo. Ha estado en los diversos momentos importantes del crecimiento del aeropuerto, que es parte de Puerto Vallarta y de toda la región de Bahía de Banderas.

En un momento determinado, antes de que lleguen los familiares que espera, señala los sitios donde estaba la oficina de la señora Dulce María Carrillo, la gerente de Aeroméxico, y donde estaban las salas de salidas y dónde operaba Aviación Civil, cuando no había Aerotrón. Sin duda el aeropuerto ha crecido, tanto como Puerto Vallarta así como ha crecido el flujo de turistas hacia la región.