LA MIRADA INCÓMODA

 “El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades sino reducirlas”: Mahatma Gandhi.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

La lucha por la hegemonía mundial va muy adelantada. En Estados Unidos, en el Valle del Silicio, los grandes de la tecnología plantean una nueva sociedad digital, tecno-centrista, sin hegemonía humana y cuyo centro económico es la manipulación de la gente hacia las nuevas actitudes y esperanzas ante un futuro mayoritariamente negativo para más de la mitad de la población mundial.

Nadie en su sano juicio podría pensar que el capitalismo como sistema abarcara toda la población del planeta; las grandes mayorías, más del 60% sobreviven entre la precariedad y la marginalidad, los nuevos pobres de los países ricos son un vaso aparte y la semilla de fermento para los extremismos, desde la supremacía blanca hasta los fanatismos religiosos.

De allí que, cuando se plantea la sociedad del futuro, no hablamos nunca de toda la población mundial, sino de una parte integrada formalmente al sistema, aunque sea en el último escalón, ya que la tendencia real es lo opuesto a lo que debería hacerse para “recuperar esa población”, que seguirá aumentando camino a una gran asimetría más contrastante que la que hoy vivimos; la tecnología creada por el hombre va camino, como la religión, a dominarlo y degradarlo, esta vez en nombre de la ciencia.

Así aclarada las ideas que plantearon cincuenta expertos y que fueron vertidas a The Economist, cuyas “predicciones” en materia económica, política y social, hay que prestarle atención, ya que son la expresión de las decisiones previamente tomadas e impuestas por la élite global a la sociedad mundial. Y en este caso, tales “predicciones” corresponden a lo que han llamado “la nueva normalidad”, que, no es otra cosa que el tal Nuevo Orden Mundial del capitalismo del siglo XXI, que podría ser de hegemonías compartidas en un mismo modelo.

Los seres humanos deseamos volver a socializar, pero el trabajo a distancia básicamente se quedará igual, una ruptura difícil de olvidar por la libertad de manejo desde nuestras casas, cada vez más adaptadas para socializar y conectar. 

Nadie quiere el tráfico como tiempo perdido ni en esa vorágine de información y trabajo que hacía del trabajador un visitante con la familia, por eso, las oficinas cierran en un porcentaje altísimo y este modelo obsoleto es retomado por tecnologías de vanguardia y con más asistentes digitales para trabajar en forma eficiente. Los grandes corporativos serán vistos como especies en extinción.

En el turismo se reducirá a un 50% a los hoteles de convenciones y los congresos o reuniones de trabajo se seguirán haciendo en línea, mientras el denominado turismo de trabajo desaparece prácticamente. Las llamadas se convierten en video llamadas y los nuevos lanzamientos de productos en forma digital y tecnologías novedosas.

Se consolida la casa como un lugar de familia y trabajo, por ello, éstas se integran con más tecnología adaptadas al trabajo diario. La casa cambia de ubicación, ya que hoy se puede vivir fuera de una gran ciudad, trabajar igual y generar el mismo valor.

La productividad ya no depende de un jefe que revise, ahora una plataforma medirá tus resultados, KPI’s y tiempos eficientes. Para contratar personal será más fácil, económico y eficiente y no habrá diferencia entre contratar personal local y extranjero, ya que hoy todos somos globales.

Todo lo rutinario se vuelve virtual y en esquema de suscripción; iglesias, arte, gimnasios, cines, entretenimientos, menos instituciones o espacios de este tipo podrán mantenerse abiertos. Aparecerán nuevos servicios sofisticados a domicilio por medio de la realidad virtual y llegarán muy pronto.

Las empresas que no inviertan por lo menos 10% en nuevas tecnologías desaparecerán, ya que la empresa tradicional llegó a su fin en 2020. Sólo queda esperar a su muerte definitiva. Una empresa tecnológica, nueva y pequeña, puede desbancar a una que lleva haciendo lo mismo en los últimos 50 años.

El modelo de dark kitchen ha crecido, muchos servicios copiarán el modelo de servicios a domicilio, y el turismo de entretenimiento regresa totalmente fortalecido en el segundo semestre de 2023, siempre acompañado con mucha tecnología en su operación, desde la compra, la operación y las experiencias a recibir. 

La gente aprecia más que nunca visitar lo natural, pero con soluciones altamente tecnológicas, en los lugares más remotos, experiencias más auténticas apoyadas con lo digital. La interacción es la base del entretenimiento del futuro y debe ser parte de experimentar algo auténtico y descubrir información en forma dinámica.

Un tema de conflicto es el manejo de datos personales que se vuelve más delicado y por ello las grandes plataformas cambiarán. La gente pagará ya que preferirá conocer cómo se maneja su información personal y el control de sus datos.

El valor de la empresa hoy depende de muchos factores y no nada más de su venta anual, y los empleos se reducirán dramáticamente, pues muchas funciones y operaciones simples las resolverá la Inteligencia Artificial (IA). Para 2030, la IA ya manejará operaciones complicadas en millones de lugares, pero la adopción general inicia en este 2021, se viene la temporada de despidos globales muy grande, y el desempleo se da por razones multifactoriales y no solamente a consecuencia de la crisis económica.

Un tema con cambios drásticos será en la educación que nunca volverá a ser igual, de presencial a tecnológicamente adaptativa y cada quien lo que necesita. Las escuelas y universidades se transformarán en un esquema híbrido para siempre, y a contratar gente muy preparada o de mucha experiencia.

El sistema médico se adaptó a lo digital con tecnología a distancia para siempre y la cita médica en teleconferencia será lo normal. La vacuna se acelerará mucho, pero encontrará grandes retos en el camino, para seguir superándose. Los grandes hospitales replantean su operación por las crisis económicas que han sufrido por la pandemia. 

Los patrones de consumo personal sufrirán grandes cambios, pues surgirán nuevas formas de comercio y la gente tenderá a ahorrar más. Un porcentaje alto del gasto familiar se destinará a actividades que hoy no se pagan y se reducirán otro tipo de adquisiciones.  La electrónica sigue siendo el producto más apreciado y adquirido.

El comercio on line sigue creciendo, entran jugadores como Facebook, Tik-Tok y YouTube que competirán con Amazon, y se cierra un porcentaje cercano a 50% de tiendas físicas globales. Las tiendas que sobrevivan serán para vivir experiencias y show rooms, pero el comercio real para finales de 2025 será mayor en línea que presencial en muchos rubros. Los grandes centros comerciales quedarán atrapados en el tiempo y muy pocos sobrevivirán a largo plazo.

El cambio climático será un tema central y las grandes industrias seguirán transformándose con el uso de la IA para hacer sostenible la producción. La adopción de bicicletas como transporte principal seguirá creciendo gracias a la transformación de las ciudades.

Nuevos modelos de información y noticias por suscripción con más transparencia ayudarán a dar contenidos y opacarán a las “fake news”, y la credibilidad y transparencia serán la piedra angular de todas las empresas. La gente no le interesa tanta información y prefiere sistemas dirigidos y normados por expertos para interactuar en redes, y la inmediatez seguirá siendo valorada.

La salud mental se vuelve un tema recurrente y grandes plataformas ayudarán a la gente a sobrellevar las situaciones de agresividad, soledad y angustia que han vivido al estar aisladas y será lo complicado trabajar nuevamente en equipo. Las grandes problemáticas como la educación, la salud, la energía, la seguridad, la política y la destrucción de la clase media, tomarán los reflectores y las empresas tecnológicas desarrollarán soluciones.

Todo se va a lo natural y saludable desde la comida, experiencias y formas de interactuar, producir los propios alimentos, meditar y ejercitarse, pasan a ser parte del día a día. La permacultura y los sistemas de producción personales eficientes crecerán exponencialmente para producir y consumir alimentos sanos, y fortalecer el consumo local.

El mundo está viendo este año un nuevo inicio, como un renacimiento; la gente replanteará sus metas personales, de trabajo, de salud, de dinero y espirituales y vienen grandes oportunidades para satisfacer todos esos requerimientos y cambios de pensamiento en valores fortalecidos.

Acumular, consumir y vivir por lo material pasa al lado negativo de la conversación. La innovación, la tecnología, lo natural y el pensamiento complejo, no lineal tenderán a ser la base de la nueva realidad. Seguir haciendo lo mismo sin replantear sus actitudes y actividades en 2022 es ir directo al precipicio.

Las ideas son interesantes, pero están en contradicción con el sistema, que permite todo menos acumular y crecer, de allí que la utopía aún se escribe como futuro y difícilmente como realidad.

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