OPINIÓN

Por Jorge Berry (*)m.jorge.berry@gmail.com

Uno de los recuerdos más preciados que tengo. Tendría unos 10 u 11 años, cuando me escondí bajo las cobijas de mi cama, con mi novedoso radio de 6 transistores 6 (explíquenselo a los jóvenes, queridos contemporáneos) pegado a la oreja con el volumen bajo, pero comprensible.

Eran las 3 o 4 de la mañana, y yo seguía los partidos de la final de la Copa Davis de tenis, que enfrentaban a México y a Australia. Estaban, claro, jugando en Brisbane, en casa de los locales.

Recuerdo que Rafael “Pelón” Osuna era uno de los singlistas, además de jugar dobles con Toño Palafox. Los australianos eran Rod Laver, la más grande leyenda del tenis, con otro gigante, Roy Emerson. Nos ganaron 5-0, pero llegamos a la final.

Osuna es sin duda, el mejor tenista que ha dado México. Ganó el US Open en singles, y 3 Grand Slams más en dobles, junto con Toño Palafox. Fue el primer latinoamericano en ser rankeado número uno del mundo. Trágicamente, murió apenas a los 30 años, en un accidente aéreo ocurrido cerca de Monterrey, en 1969. En ese avión también iba Carlos Madrazo, quien andaba en plena rebelión contra el PRI. Nunca quedaron comprobadas las causas del accidente, y mucho se especuló que una venganza política causó la muerte de Osuna, y 78 personas más.

Pasaron años antes de que surgiera otra figura tenística de talla mundial, pero apareció Raúl Ramírez en los años 70. Me tocó, en mi primer viaje para Televisa, narrar en Dallas un encuentro de Raúl, quien enfrentó en una semifinal de la WTA al mismo Rod Laver que hace más de una década había doblado a Osuna. A pesar de su veteranía, seguía siendo magnífico jugador. Le ganó a Raúl con facilidad. Y al día siguiente, en la final, despachó a un jovencito sueco cuyo nombre empezaba a sonar: el inolvidable Bjorn Borg.

De ahí para acá, el tenis mexicano sufre una larga sequía, francamente inexplicable. Conocidos en Televisa que habían sido tenistas, y muy buenos, como Vicente Zarazúa, Pancho Contreras, (un señorón, y el mejor narrador de tenis que ha tenido México, y por mucho) y Virginia LeMaitre me decían que la Federación de Tenis era un desorden, pero difícilmente era peor que la de béisbol, y ese deporte continúa produciendo jugadores de talla internacional, y lo mismo el futbol.

Lo que necesita el tenis es apoyo, y en Vallarta muy pronto tendremos la oportunidad de contribuir, mientras disfrutamos de un evento de clase mundial. Tuve una larga conversación con Martín Parra Estrada, director de tenis del Sheraton, y que sabe un rato largo del deporte de las raquetas, y me platicó del torneo que se avecina del 22 al 28 de noviembre.

El torneo es garantía de espectáculo. Lo organiza y sanciona la ATP, Asociación de Tenistas Profesionales, así que participan jugadores rankeados, es decir, tenistas reconocidos y catalogados por la ATP, que son quienes se van fogueando en torneos como este, para prepararse y, si demuestran  el talento y la capacidad necesarias, avanzar hasta poder competir en Wimbledon, o en Roland Garros en Francia.

Es aquí, en estas competencias, donde puede surgir y destacar el nuevo talento del tenis mexicano. Si bien Osuna y Ramírez han sido legendarios, también hay nombres como Joaquín Loyo-Mayo, Marcelo Lara, Leo Lavalle que han brillado entre los hombres, y Alejandra “Piolín” Vallejo entre las mujeres, acompañados de muchos tenistas más de calidad. ¿Por qué se acabó el semillero?

Ojalá alguien que sepa de esto nos lo pueda responder. Después de todo, los clubes de tenis, siguen existiendo, y sospecho que ya hay más canchas disponibles, con el montón de condominios residenciales que hacen canchas duras para enriquecer su oferta inmobiliaria.

Pero regreso al Puerto Vallarta Open Challenger ATP Tour, que es el nombre oficial del evento. Vienen tenistas de varios países. Habrá 32 competidores en singles, y 16 parejas en dobles. En unos días, iremos conociendo las listas de participantes. En singles, habrá por lo menos, 4 mexicanos, que están buscando calificar en diversos escenarios.

Para la realización de los partidos, se acondicionan tres canchas duras en el Parque Parota, que estarán preparadas para recibir espectadores, y habrá 4 canchas más de práctica en el Hotel Sheraton, sede oficial del evento.

Vallarta estará representado, tanto en dobles como en singles, por Gerardo López Villaseñor, ya sembrado entre los 32 singlistas. En dobles, jugará con Santiago González, legendario doblista múltiple en Copa Davis, representando a México.

Los boletos para asistir a este magno evento están en 200 pesos diarios de lunes a jueves, y 300 el fin de semana. Vale la pena. El tenis es un gran espectáculo practicado a este nivel. Y suerte para los nuestros.

¡Nos leemos el viernes, Bahía y Vallarta!

PD. Me enteré con enorme tristeza que el gran Raúl Ramírez sufre de Parkinson. Vayan para él, y su encantadora Maritza, mis mejores deseos.

(*) Periodista, comunicador y líder de opinión con casi 50 años de experiencia profesional.

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