En Vallarta y Riviera sobra el empleo, pero faltan salarios dignos

EDITORIAL

Inició la desbandada de trabajadores en el puerto de Acapulco, Guerrero, especialmente de aquellos que se quedaron sin su fuente de ingresos económicos para subsistir o mantener a su familia, tras el devastador paso del huracán “Otis” la madrugada del pasado 25 de octubre y que dejó herida de muerte a la industria turística de ese icónico destino de playa mexicano.

En Puerto Vallarta y Riviera Nayarit han sido varios los mensajes enviados –vía la prensa escrita y digital- a las autoridades de los tres niveles de gobierno y a los habitantes del puerto guerrerense, a fin de hacerles saber que en esta región del occidente del país hay empleo suficiente para una gran mayoría de personas que decidan viajar a esta zona del Pacífico mexicano.

Sin embargo, esta región no es la única que ha ofrecido su ayuda para los miles de desempleados de la industria turística que dejó Otis, pues en solidaridad con Acapulco, la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres está ofreciendo empleo a los trabajadores turísticos que se han visto afectados por la destrucción que dejó a su paso el huracán Otis.

En estos momentos de crisis en Acapulco, el Caribe mexicano ha sido más preciso, al ofrecer empleo directo a los miles de trabajadores que hoy buscan empleo, según dio a conocer Jesús Almaguer, presidente del organismo hotelero, quien explicó que tendrán cuidado de que las plazas laborales ofrecidas sean para aquellos empleados que no participan desde ahora en los trabajos de reconstrucción de la infraestructura del puerto guerrerense.

Es así que en el Caribe mexicano ya pusieron manos a la obra desde hace varios días, al enviar una carta a la Asociación de Hoteles de Acapulco para ofrecer empleo al personal que no vaya a participar en la rehabilitación de los hoteles.

Se trata de un acuerdo del consejo directivo de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, en donde el sector asegura que la oferta no es sólo de empleo, sino que prevén las necesidades de vivienda que pudieran solicitar los trabajadores.

Algo muy parecido se ha manejado en despachos informativos dados a conocer por una parte del sector empresarial de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, aunque hasta ahora no hay ningún indicio que confirme que ya existe un plan o, por lo menos, que ya se estableció contacto con alguno organismo público o privado de Acapulco.

En esta región sectores como el hotelero, restaurantero y comercial se han manifestado ya sobre el tema, en particular sobre la posibilidad de que una parte de esos empleados de la industria turística acapulqueña venga a cubrir el déficit de trabajadores que enfrentan las empresas de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit desde antes de la pandemia del coronavirus, reconocida en esta zona a partir del 30 de marzo de 2020.

Se sabe que una gran mayoría de esos empleados en esta región contribuyó con ese déficit laboral en años recientes, debido a los bajos sueldos que percibían en los lugares en donde trabajaban, así como a la falta de prestaciones que les dieran seguridad a ellos y de sus familias.

Muchos se dieron cuenta de que el autoempleo representaba una forma de conseguir ingresos económicos suficientes para subsistir y, en algunos casos, superiores a los que percibían en una empresa o un negocio de medio pelo, en donde tenían que cumplir con un horario de ocho horarias diarias de lunes a sábado, amén de sufrir a patrones incumplidos y jefes inmediatos mandones e insensibles, capaces de exprimir sin ningún miramiento hasta la última gota de sudor del empleado.

De ahí parte, en buena medida, el déficit de trabajadores que prevalece en esta región y que, en caso de concretarse, vendrían a cubrir los trabajadores de Acapulco, quienes se encontrarán –efectivamente- con bajos sueldos en muchas empresas y negocios dedicadas a giros como el farmacéutico, panadería y pastelería, de comida rápida y en las pequeñas franquicias extranjeras en donde los salarios rondan los 6, 7 y 8 mil pesos mensuales más propinas, con mínimas y precarias prestaciones que hacen poco atractivo el empleo, incluso para los vallartenses y bahiabanderenses.

No hay duda de que en muchos hoteles y restaurantes de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit existen sueldos bastante competitivos para sus empleados, dependiendo del cargo, el puesto y la responsabilidad, pero lamentablemente no es la generalidad en mediana y pequeñas empresas, en donde las condiciones laborales no son las adecuadas.

Es cierto que en años recientes en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit ha sobrado el empleo, pero siguen faltando salarios dignos que estimulen a los acapulqueños a venir y echar raíces en estas benditas tierras de la bahía de Banderas, en donde sus habitantes han encontrado las más variadas formas para sobrevivir fuera del sector empresarial formal.

Es loable ofrecer empleo a los trabajadores desamparados de Acapulco y se reconoce la buena intención, aunque el verdadero reto será mantenerlos contentos y, sobre todo, convencerlos de que los salarios que aquí se pagan son lo suficientemente atractivos para mantener a toda una familia, más allá de las propias necesidades que se generan al interior de la misma con el paso de los años.