Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta

Al cumplirse casi 20 años del paso del huracán “Kenna” frente a las costas de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, es momento de establecer estrategias en la región que permitan tener una reacción efectiva ante cualquier emergencia.

El huracán dejó grandes afectaciones en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, no obstante que solo fue una marea de tormenta la que llegó a las costas.

Por ello, es necesario que autoridades y sociedad civil cuenten con una estrategia en la que gobierno e instituciones tengan conocimiento de lo que se tiene que hacer.
Víctor Cornejo, meteorólogo de Protección Civil, señaló que es necesario que la población conozca para tomar conciencia de lo que podría suceder si pegara de lleno un ciclón en este destino turístico.

“Kenna lo que golpeó bastante, sobre todo en el malecón, fue la marea de tormenta, las avenidas de agua incluso quedaron atoradas y muchas partes de ahí se inundaron precisamente porque el agua que iba al mar, pues el mar se estaba elevando”.

BAJAS PROBABILIDADES

Afirmó que si bien Puerto Vallarta y Bahía de Banderas tienen como escudo la montaña, que los convierte en uno de los más protegidos del Pacífico Mexicano, no es invulnerable, pues hay uno por ciento de probabilidades de que un huracán grande pegue directamente.

Dijo que la trayectoria caprichosa de los huracanes podría provocar un impacto directo, principalmente en octubre, que es el mes en que las condiciones meteorológicas son favorables para ese fenómeno.

Reiteró que es difícil que entren los huracanes de paso, pero sobre todo los de octubre, ya que esos ya recurvan y se alejan y luego dan vuelta.

“En esa vuelta pueden golpear esta zona, y el peor escenario sería que las paredes del ojo se metieran a la bahía, como sucedió en 1959 con el huracán número 15, en ese tiempo todavía no se les asignaba un nombre, y que sí devastó la zona de una forma tremenda”.

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