Este es el verano más fresco del resto de tu vida…

EDITORIAL

Durante la semana que concluyó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el mes de julio que concluye precisamente el día de hoy ha sido el más caluroso a nivel global desde que se tienen registros… y estamos de acuerdo.

Ante este resultado, la Organización de Naciones Unidas lanzó desde la ciudad de Nueva York una desalentadora advertencia para el mundo, incluido México y sus zonas costeras en donde el calor está sofocando a sus habitantes, como es el caso de Jalisco y Nayarit y, por supuesto, Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, hogar de alrededor de 500 mil personas (según el recuento más reciente del INEGI), que nos estamos cocinando con la flama alta desde hace varias semanas.

La ONU advirtió lastimosamente los peligros del cambio climático y destacó en forma por demás dramática que “la era del calentamiento global ha terminado y hemos entrado en la era de la ebullición global”. ¡Zas! de golpe y porrazo nos están diciendo que las altas temperaturas que estamos teniendo en esta temporada de verano llegaron para quedarse y empeorar en los próximos años.

Se trata de una información que quizá el grueso de la población ignora hasta ahora, pero que es necesario que conozca para emprender acciones inmediatas que permitan evitar que esa “ebullición” comience a cocinarnos a fuego lento en los siguientes años.

Durante mucho tiempo se habló del calentamiento global y sus efectos perjudiciales en el planeta y la población. Sin embargo, han prevalecido los oídos sordos en todos nosotros, hasta el grado de la incredulidad. Pero hoy parece que el destino ya nos alcanzó con intensas olas de calor, la prolongada sequía y las altas temperaturas que estamos padeciendo.

Es cierto que no podemos cambiar de golpe al mundo, a México, a Jalisco, a Puerto Vallarta y a Bahía de Banderas, pero lo que sí podemos hacer -y debemos comenzar a hacer a la voz de ya- es cambiar los hábitos dañinos desde la propia casa. Comenzar será difícil, pero debe intentarse antes las nefastas consecuencias provocadas por tanta holgura en nuestro proceder diario y que ya estamos padeciendo.

La propia ONU ha lanzado ocho acciones emergentes que pueden contribuir para bajar la temperatura del planeta y, de paso, mejorar un poco el estilo de vida que llevamos. Ojalá que estas acciones orienten a tantas personas como sea posible en esta región de la bahía de Banderas para modificar el destino que se nos viene encima.

1).-AHORRAR ENERGÍA EN CASA: Gran parte de nuestra electricidad y calefacción funciona con carbón, petróleo y gas. Utiliza menos energía reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora.

2).-DESPLAZARSE CAMINANDO, EN BICICLETA O EN TRANSPORTE PÚBLICO: La calles y avenidas están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta en lugar de conducir reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física. Para distancias más largas, hay que considerar viajar en camión o autobús y compartir el coche siempre que sea posible.

3).-COMER MÁS VERDURAS: Ingerir más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas y menos carne y productos lácteos puede reducir considerablemente el impacto medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua.

4).-CONSIDERAR LOS DESPLAZAMIENTOS: Los aviones usan grandes cantidades de combustibles fósiles, produciendo importantes emisiones de gases de efecto invernadero. Esto hace que tomar menos vuelos sea una de las formas más rápidas de reducir tu impacto medioambiental. Cuando se pueda, valdrán la pena las reuniones virtuales para evitar un viaje de larga distancia, siempre que sea posible.

5.-TIRAR MENOS COMIDA: Lo ideal sería no desperdiciar la comida y mucho menos tirarla, pues con ello se van directo a la basura los recursos y la energía que se utilizaron para cultivarla, producirla, envasarla y transportarla. Y cuando los alimentos se pudren en un vertedero producen metano, un potente gas de efecto invernadero. Así pues, se debe utilizar lo que se compra y convertir en abono los restos.

6.-REDUCIR, REUTILIZAR, REPARAR Y RECICLAR: Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger nuestro clima hay que comprar menos cosas, comprar de segunda mano, reparar lo que puedas y reciclar tantas cosas que hoy en día se van a la basura.

7.-CAMBIAR EL TIPO DE ENERGÍA DE CASA: Debemos investigar con la CFE si la energía del hogar procede del petróleo, carbón o gas. Si es posible, comprobar si se puedes cambiar a fuentes renovables, como la eólica o la solar, o bien instalar paneles solares en el tejado para generar la energía de la vivienda.

8.-CAMBIAR A UN VEHÍCULO ELÉCTRICO: Si piensas comprar un coche, considera la posibilidad de adquirir un modelo eléctrico, ya que cada vez se comercializan más modelos a menor precio. Aunque funcionen con electricidad producida a partir de combustibles fósiles, los coches eléctricos contribuyen a reducir la contaminación atmosférica y causan menos emisiones de gases de efecto invernadero que los vehículos de gas o diésel.

Tenemos que reconocer que algunas de estas acciones podrían resultar complicadas para llevarse a cabo en colonias populares que apenas viven con los servicios básicos, como podrían ser el uso de paneles solares o el cambio a automóviles eléctricos, pero el cambio es factible en el resto de las propuestas. Atenderlas, en la medida de lo posible, traería grandes beneficios para todos. Más ahora que el termómetro llegó ayer domingo a los 34 grados centígrados en la región de la bahía de Banderas, con una sensación térmica en el cuerpo y en la piel de hasta 44 grados centígrados. Eso no lo habríamos imaginado ni en nuestras peores pesadillas.

Aunque parezca, no se trata de alarmar a nadie, pero sí de procurar ser más conscientes en el uso de los recursos y en las acciones que tienen que ver con el cambio climático que, como se puede ver, no era una invención científica para asustarnos. Nos urge hacer consciencia, llevar a cabo acciones y convencer a quien piensa que el cambio climático no existe. Es un tema delicado, lo estamos viviendo y así hay que asumirlo por nuestro bien.

Para concluir vale la pena retomar la frase del meme que circuló en internet hace unos días, a propósito de la fuerte ola de calor que se sintió –y se siente- en el mundo, en México, en Jalisco, en Nayarit y en esta región del occidente del país, ojalá que sirva para crear conciencia de lo que nos espera: Este es el verano más fresco del resto de tu vida…

FRASE:

“El clima extremo que ha afectado a millones de personas en julio muestra la dura realidad del cambio climático y anticipa el futuro, de ahí la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero es mayor que nunca. El cambio climático está aquí, es terrorífico y esto es sólo el comienzo… declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, apenas el pasado jueves 27 de julio de este año”