José Reyes Burgos
Puerto Vallarta


Puerto Vallarta es un destino turístico en el cual, por la velocidad a la que va creciendo su número de visitantes, la plusvalía de la tierra también se eleva a niveles estratosféricos y ritmos imparables, pues cada vez más condominios verticales y torres de apartamentos florecen para hospedar al turismo.

Sin embargo, en este boom inmobiliario, existe un caso en el cual un pequeño restaurante, poseedor de 150 hectáreas de selva en la montaña, prefirió no seguir esta tendencia y optar por la conservación de la zona.

Se trata de Las Carmelitas, ubicado en la cima del cerro,  a 7 minutos del Centro de Puerto Vallarta. Su ubicación, a 500 metros de altura, le da la vista perfecta de 180 grados a toda la bahía, y el acceso de concreto empedrado que rápidamente lo conecta con el Libramiento, lo harían un lugar jugoso para cualquier desarrollador.

Y, en efecto, cuentan los dueños y gerentes del lugar, han recibido serias y cuantiosas ofertas por parte de empresas incluso multinacionales que buscan construir grandes complejos exclusivos en esta zona, al igual que lo han hecho en el resto de Vallarta, sobre todo en la montaña del sur.

Pero han rechazado todas y cada una de estas ofertas, debido a que el restaurante conserva una filosofía de trabajo verde, al reciclar todos sus desperdicios y tocar lo menos posible la selva para conservarla, ya que esa es la intención de su ubicación: dar al comensal la perspectiva de la selva, para que la cuide y así sea conservada.

DJI 0014 300x225 - Este restaurante de Vallarta SE NEGÓ a vender la selva a desarrolladores

DJI 0019 300x225 - Este restaurante de Vallarta SE NEGÓ a vender la selva a desarrolladores

DJI 0034 300x225 - Este restaurante de Vallarta SE NEGÓ a vender la selva a desarrolladores

El restaurante ocupa únicamente unas 15 hectáreas del total de 150 que posee, y el resto, lo ha dejado como una zona de conservación, la única que se mantiene despejada al fondo en las montañas y libre de condominios. En su vereda empedrada de acceso, es posible todavía encontrarse con venados y jabalíes, porque esta zona aún esta intacta y da acceso a la sierra.

“Así heredamos estas tierras y así las vamos a dejar, porque precisamente lo que hace a Vallarta es su naturaleza. No tenemos intención de tocarla, no vale todo el dinero del mundo”, señaló uno de los gerentes.

Se puede visitar tomando el Libramiento y dando vuelta a la derecha sólo saliendo del tunel, o subiendo toda la calle Allende desde el Malecón.

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