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José Reyes Burgos
Puerto Vallarta
Los enormes cruceros que usualmente llegan a Puerto Vallarta, e impresionan a todos con lo imponentes que se ven a la vista, hoy están convertidos en un objeto de utilería esperando para ser almacenados. Puertos en Estados Unidos que usualmente son el sitio de partida para emocionantes viajes, hoy no pueden con el dolor de cabeza que representa estacionar a tantas gigantescas naves que regresan, vacías.
Miami es el epicentro de esta escena dantesca, hasta diez cruceros vacíos se encuentran estacionados esperando a que la crisis sanitaria mundial pase, pues esta ha propiciado la cancelación de todas las operaciones navieras turísticas, golpeando fuertemente a la industria.
En toda la franja desde Fort Lauderdale, en Port Everglades, hasta Miami Beach, se encuentran unos 30 cruceros fondeados esperando luz verde para estacionarse en algún lugar, mientras otros ya han quedado vacíos en sus muelles. Muchos de ellos tuvieron que desmbarcar a sus pasajeros de emergencia en sitios no planeados; otros tienen a sus tripulaciones esperando poder regresar a casa por no tener en donde echar amarra; la mayoría de los cruceros está fondeado en altamar o a la deriva.
El brote de COVID-19 fue simplemente devastador para la industria naviera de placer. Compañías como Carnival o Royal Caribbean International han suspendido cualquier operacion comercial hasta mediados de mayo y emitido una política de reembolso o reagenda de viajes a sus clientes extendida incluso hasta septiembre. Y con mucha razón, pues se calcula que el golpe más fuerte del coronavirus en América, aún no ha pasado.
Miles de millones de dólares han perdido las navieras por la cancelación de meses en viajes. Todos esos cruceros que solían llegar a Puerto Vallarta, hoy se encuentran esperando conocer su suerte. Las fotografías difundidas en redes sociales y medios de comunicación, son simplemente devastadoras.
Enormes embarcaciones que han tocado tierra en la terminal marítima de Puerto Vallarta, como el Norwegian Blis, el Grand Princess o el Carnival Panorama, se encuentran totalmente desahuciados, fondeados sin ninguna operación vigente mas que la de esperar a que la pandemia termine su debastador efecto económico.
Puerto Vallarta verá un escenario similar, porque para este jueves, cinco son los cruceros que se quedarán fondeados en la bahía, esperando a que también pueda haber algún movimiento por parte de sus navieras propietarias. La industria de los cruceros nunca había presenciado algo similar, ni siquiera en la pasada pandemia, de la influenza AH1N1, han señalado expertos.
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