Generó expectación advertencia de tsunami en las costas de Vallarta

Por Rodrigo López Becerril/Puerto Vallarta

Tras la explosión de un volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai, ocurrido cerca de la isla de Tonga, en Oceanía, se presentaron diversas variaciones en el oleaje en las costas del Pacífico Mexicano, como Puerto Vallarta, Manzanillo, Colima e incluso Baja California e incluso se reportó que el mar se alejó varios metros en algunas partes de la costa de Nayarit.

De acuerdo con el Centro de Alerta de Tsunamis de la Secretaría de Marina, en la tarde del sábado las playas de Puerto Vallarta el nivel del mar subió medio metro más de lo normal, por lo cual elementos de Protección Civil y Bomberos del Estado informaron que se mantendría un monitoreo en el comportamiento de las playas del municipio.

Desde que se supo del fenómeno la Secretaría de Marina emitió una alerta definiendo la posibilidad de que subiera la marea en las costas del Pacífico occidental mexicano, aunque la precisión indicada bajo riesgo y más enfocado a las costas de Hawaii y de los Estados Unidos.

En las playas de Puerto Vallarta algunos bañistas se enteraron y se retiraron de forma voluntaria pero la gran mayoría permaneció en las playas. Solo en Guayabitos, Punta Mita, La Cruz de Huanacaxtle y algunas otras playas de Nayarit se registró el fenómeno de retraimiento de algunos metros del mar lo que causó sorpresa e incertidumbre entre locatarios y bañistas.

Según explicó el ingeniero Leonel Salinas, director general de Quake Alarm México, el peligro de que la erupción genere un tsunami es solo para la zona cercana a donde este ocurrió, por lo cual las costas del Pacífico mexicano, incluyendo Puerto Vallarta, se encontraron fuera de peligro, pero de todos modos hubo monitoreo preventivo.

Para el resto del Océano Pacífico, en especial en las costas de nuestro país, detalló, solo resultó en el retraimiento del nivel del agua, lo cual era normal y esperado y no causó daños ni tampoco invasión de zonas costeras, como sí ocurrió en las zonas cercanas a la erupción, donde las olas alcanzaron cerca de 1.5 metros de altura.

“Debido a la relativa baja magnitud que tuvo, la generación de tsunami solo se confina en alrededor de 300 kilómetros a la redonda del evento. Para que existan tsunamis como el de Japón o Indonesia de años anteriores se necesitan grandes eventos de más de 8 grados de magnitud, además de que el evento sea de deformación vertical del lecho marino, del deslizamiento de grandes masas de tierra hacia el océano, erupciones volcánicas y meteorito de grandes proporciones. La magnitud local calculada del evento fue de 5.8 grados”, explicó el ingeniero.

Hasta el momento no existe el riesgo de que los niveles de las playas del Pacífico mexicano puedan crecer más. De hecho, según informó esta mañana el Centro de Alerta de Tsunamis, aunque de acuerdo al monitoreo del nivel del mar en el registro de las estaciones mareográficas, persiste un efecto de corriente en el interior de cada uno de los puertos del Pacífico mexicano, este irá disminuyendo en las próximas horas.