Fotografía: presidente Gustavo Diaz Ordaz y gobernador de Jalisco, que Francisco Medina Ascencio. / Archivo Google.

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Puerto Vallarta

Hoy se celebra un aniversario más de la trágica masacre de Taltelolco, que ocurrió un día como este 2 de octubre, pero del año 1968. Cientos (probablemente en realidad miles) de estudiantes fueron asesinados a disparos en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México, donde al hacer un miting público.

El presidente de México era Gustavo Díaz Ordaz, quien es hoy recordado como un villano en casi todo el país, especialmente por el acontecer de este episodio. Priista, abogado, nacido en Puebla, este presidente de México, ya fallecido, es indigno en la memoria nacional.

Incluso, en la Ciudad de México han comenzado a retirar su nombre de las placas en los sitios públicos que él mismo inauguró, como estaciones del Metro.

Sin embargo, Puerto Vallarta continúa honrando su nombre, recorándolo como el primer presidente de la República en visitar y fijarse en un pueblito pesquero, que tenía un enorme potencial de vocación turística.

No es para menos, ya que la consolidación de una mega obra para concretar un Aeropuerto Internacional y la ampliación de una avenida principal de ingreso, fueron proyectos que Gustavo Díaz Ordaz propició como presidente.

Y es que durante su visita al gobernador de Jalisco, el también afamado por la historia local Francisco Medina Ascencio, Díaz Ordaz dio luz verde para que Puerto Vallarta se beneficiará con obras que implicarán inversión federal y permitieran su crecimiento.

Es fecha al día de hoy que tanto el Aeropuerto como el Malecón, llevan oficialmente su nombre. Aunque Grupo Aeropuertuario del Pacífico ha promovido el cambio de título al complejo, para reemplazarlo por el del cantante Vicente Fernández.

Quien fuera presidente de México de 1964 a 1970, es guste o no, algo así como un héroe en la historia local vallartense.

Ahora bien, ¿fue Gustavo Díaz Ordaz tan malo? La respuesta es debatida por historiadores, esencialmente en cuanto a su papel en la represión estudiantil de 1968 y la masacre.

Pues si bien él encabezó el gobierno federal que reprimió a los estudiantes, no también hubo otros jugadores que propiciaron la masacre. Desde el regente de la Ciudad de México, Corona del Rosal; hasta la propia CIA de los Estados Unidos. Fernando Gutiérrez Barrios, quien dirigía la Dirección Federal de Seguridad.

Incluso el jalisciense Marcelino García Barragán, que se negó a ejercer un golpe de Estado solicitado por Estados Unidos contra el propio Díaz Ordaz, en su calidad de secretario de la Defensa Nacional.

Y ni hablar del secretario de gobernación, Luis Echevarría, quien después fue presidente y cuya administración, de facto, derramó más sangre de manifestantes y disidentes que la de Díaz Ordaz.

Probablemente el presidente en turno durante 1968, no era ningún héroe nacional, y como todos los demás mandatarios en aquel capítulo de la historia mexicana, fue autor de diversas órdenes ejecutivas para reprimir movimientos disidentes.

Pero jamás se podrán negar los hechos: fue el primer presidente mexicano en visitar y dar importancia a Puerto Vallarta. Nada más. Cabe mencionar que existen diversas iniciativas para retirar su nombre del Malecón y el Aeropuerto. Trasciendan o no, será importante no alterar la historia con mero ánimo de criminalizar.

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