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Puerto Vallarta


El 31 de marzo de 1986, el vuelo 949 de Mexicana de Aviación despegó del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con 158 pasajeros y 8 tripulantes a bordo. Entre ellos, había varios miembros de notables familias vallartenses, pues el viaje tenía escalas en Puerto Vallarta y Mazatlán, antes de dirigirse a su destino final: Los Ángeles, California.

Pero el clásico Boeing 727-200 matrícula XA-MEM, que llevaba el nombre de «Veracrúz», jamás aterrizó en ningún lugar. Pues tras despegar a las 8:50 de la mañana desde la capital del país, registró una fuerte sacudida en la parte de atrás tan sólo minutos después de alcanzar la altitud de crucero.

El piloto, capitán Carlos Guadarrama Sixtos y el primer oficial, Phillip L .Piaget, al mando en la cabina, reportan el incidente por radio y luego pierden el control de la aeronave, que se precipita a tierra. El avión se impactó en una zona escabrosa en Marabatío, Michoacán.

Posteriormente, en el peritaje, se determinó que la sacudida se debió a la explosión de uno de los neumáticos del tren de aterrizaje izquierdo, que a su vez, fue causado porque en vez de ser llenado con nitrógeno, como lo marca el protocolo aeronáutico, se le inyectó oxígeno, que al estar en altitudes de crucero se expande de forma natural por efectos de la diferencia atmosférica, y entonces hizo estallar el estuche de caucho.

En total, fallecieron las 166 personas que iban a bordo, marcando este acontecimiento como el accidente aéreo más trágico en la historia aeronáutica mexicana. Tracendió que entre los pasajeros iba eGuillermo Sánchez, primo del exfutbolista Hugo Sánchez, además de que la embajada de Francia informó que una familia francesa de ocho personas iba a bordo, como Xavier Lartilleux, un importante hombre de negocios.

Asímismo, perdieron la vida miembros de diferentes familias de notables vallartenses, que venían de regreso desde la Ciudad de México.

Con información de En El Aire.

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