José Reyes Burgos

Puerto Vallarta

Este domingo de resurrección ha sido histórico para Puerto Vallarta: pues sus calles principales están absolutamente vacías, y las zonas de paseo, esencialmente en el Centro y Malecón, sin gente.

La ciudadanía acató al 99% la orden de quedarse en casa y respetar el cierre de playas y espacios públicos, para mitigar así los contagios de COVID-19 en el municipio.

En un día que corona a la altísima ocupación turística usualmente cada año, áreas como Los Muertos, Olas Altas y el Malecón, no tenían gente.

Aún así, policías municipales rondaban el área e invitaban a cualquier curioso a retirarse. Pocos han sido los reportes de gente aglomerada. En su mayoría, los uniformados se dicen satisfechos con el resultado logrado.

Las imágenes son históricas, pues no se veía tan desolado al destino turístico desde el golpe del huracán Kenna en el 2003 y la crisis inmobiliaria del 2008 seguida por pandemia de Influenza AH1N1 en 2009. Los efectos del COVID-19, sin embargo, han sido peores, han señalado distintas opiniones locales.

Al día de hoy, suman 10 casos confirmados en Puerto Vallarta, con tres fallecidos. 150 en Jalisco con 11 decesos. Y más de 4 mil 200 contagios en todo México junto a 150 muertes.

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