Hotelería tradicional, desplazada por las plataformas de hospedaje en Riviera Nayarit

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

El hotelero Francisco Landín, director de dos establecimientos de hospedaje tradicional, considera que el mercado nacional en esta temporada de verano, se ha dispersado debido a la gran cantidad de plataformas que existen y que ofertan hospedaje seguro tanto en Riviera Nayarit, como en Puerto Vallarta.

Debido a esa situación, se percibe una situación muy irregular en la hotelería tradicional, porque entre las habitaciones de Airbnb, así como la competencia entre hoteles, condominios y casas, de repente un fin de semana se ve mucha gente, pero también “de repente baja, se afloja”.

Los establecimientos que dirige han tenido ocupación constante, pero esto se debe a que “tenemos a empresas que vienen a construir condominios y por eso, tenemos algo de huéspedes, porque de otra manera está muy irregular, ya que Airbnb y todas las plataformas nos están comiendo el mandado”.

Además, advirtió, ahorita la gente le teme a los fraudes, esa es la verdad, si como hotelero no tienes una buena página o si se mete uno a otro lado, la gente tiene temor de que lo ‘frauden’, entonces prefieren pagar más caro e ir a la segura, y dicen “por lo menos si voy con una plataforma, ya sé que voy a pagar más caro, pero es seguro”.

Eso le quita clientela a los hoteles tradicionales, insistió y la otra es que cuando hoteles pequeños facturan, tienen que depositar y hacer declaraciones fiscales. Esta situación se presenta tanto en Riviera Nayarit, como en Puerto Vallarta, cuando se llena allá, se llena en Bucerías también y cuando está vacío, igual. En suma, recalcó, “cuando hay, hay en los dos destinos y cuando no, no”.

En resumen ahorita está muy irregular y muy dispersa la afluencia turística nacional y aunque se vea que Puerto Vallarta registra una afluencia interesante, en el malecón se ve mucha gente, pero en los hoteles se preguntan qué pasó, ante la poca ocupación, por ejemplo ahorita, el trafical está tranquilo, pero hay fines de semana que de repente por ningún lado se ve la gente.