Hoteles acuerdan ofrecer empleo a trabajadores dañados de Acapulco

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Integrantes de la Asociación de Hoteles y Moteles de Bahía de Banderas coincidieron en brindar ayuda a los trabajadores del sector turístico afectados en sus fuentes de empleo en Acapulco, Guerrero, tras el paso del huracán “Otis”, cuyos daños no podrán ser superados sino hasta en dos o tres años.

Encabezados por el presidente del organismo, Jesús Carmona Jiménez, directivos representantes de Grand Velas, Grupo Vidanta, Gran Palladium, Paradise Village, Hotel Vitania Nuevo Vallarta, representado por el director David Corso, entre otros, analizaron la propuesta para ofrecer ayuda a la gente que quedó desempleada en el destino guerrerense.

Algo que se tiene claro es que el problema no se resolverá en diciembre, como se anunció por parte del gobierno federal y que Acapulco no se recuperará hasta dentro de dos o tres años, como mínimo, para poder reactivar la industria hotelera y, al contrario, se estima que en los próximos meses cerrarán definitivamente hoteles y restaurantes de ese destino.

Ante la situación es importante buscar la manera de dar empleos aquí, aunque ya hay gente que ya se salió y trabajan en Cancún o en Cuernavaca e incluso en la Ciudad de México. En este caso se estima necesario ponerse en contacto con sindicatos y empresarios para ofertar las plazas que hay disponibles.

Algo que se tiene claro entre los directivos hoteleros es que, en ambos destinos, Riviera Nayarit y Puerto Vallarta, se necesita mano de obra y lo relevante es que la gente de Acapulco es gente que ya conoce la industria y se tiene plena confianza de que un mesero va a servir de mesero y un cocinero va a la cocina y va a saber qué hacer.

Incluso se ventiló en la reunión, que se llevó a cabo en el Centro Empresarial de Paradise Village, que otros destinos como Ixtapa Zihuatanejo ya alzaron la mano también para acoger a los trabajadores turísticos e incluso lo mismo ya hicieron Cancún y Riviera Maya y ahora toca a Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.

El planteamiento es cómo decir que aquí “sí hay chamba” y la realidad es que no hay mano de obra y lo que vendría es una pelea y lucha de sueldos y, por tanto, se debe actuar y traer gente a la zona y por lo pronto se necesita hacer la oferta, no solo a grupos sino a familias.

Un punto a discurrir es cómo traer a esas familias y qué vivienda se les va a ofrecer y una propuesta es ofrecer uno o dos meses de vivienda.

El representante de Iberostar refirió su propia experiencia, ya que ha traído gente de Puebla y Tlaxcala pagándoles incluso el transporte y hasta se rentan casas y hostales para albergarlos temporalmente, en tanto cada quien encuentra una vivienda.

En muchos casos la experiencia de conseguir mano de obra se hace a través del Servicio Nacional de Empleo y lo curioso es que Riviera Maya está en lo mismo y en este sentido la experiencia de los gerentes de Recursos Humanos de cada hotel es amplia y enriquecedora para todos.

Un tema que es importante tomar en cuenta es el de la inseguridad en la que viven los propios trabajadores, ya que se dan casos en que es la misma familia la que no los deja salir, por temor a secuestros o que sean víctimas de la delincuencia.

La realidad, recalcaron los directivos muchos de quienes son nativos de Acapulco, es que ese destino está mal, aunque muchos confían pues han tenido experiencias en desastres similares como lo ocurrido en Los Cabos en 1990 o incluso lo ocurrido en el mismo Acapulco con “Paulina” y en Puerto Vallarta con el “Kenna” y “Lidia”.