Inflación mundial, ¿cómo afectará a los viajeros?

OPINIÓN

Por Marc Murphy (*) - Marc@MexicoPacificLifestyle.com

¡Hola a todos!

¿Qué puede ser peor que una inflación o una recesión económica? Pues, una combinación de estas. El concepto tiene nombre, se llama estanflación, y amenaza con golpear en 2023 a la ya de por sí afectada industria turística.

Para nadie es un secreto que el turismo es uno de los sectores más perjudicados desde el inicio de la pandemia de covid-19, y que, pese a todo, ha mostrado su lado resiliente, creativo e innovador durante todo este tiempo. Sin embargo, cuando pensábamos que las cosas estaban mejorando, la sombra de una recesión económica mundial –atribuida a la reapertura de la economía y la guerra en Ucrania– combinada con una inflación mesurada pero continua, lo pone a prueba una vez más.

La pregunta que cabría hacer aquí es, si la resiliencia mostrada hasta ahora por el sector turístico le alcanzará para enfrentar este nuevo reto. Y más le vale que así sea, porque según un estudio integral del Banco Mundial, una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo podrían causar daños duraderos.

En el mismo tema, expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) señalan que, mientras los viajes han aumentado gracias a la eliminación de restricciones en los aeropuertos, el aumento de precio en los boletos de avión y en otras áreas del turismo implican que el sector no mostrará signos de mejoría hasta el 2024. Lo cierto es que la economía mundial tiene los vientos en contra, y los precios seguirán subiendo.

En el caso de México el fenómeno de la estanflación está retrasando la recuperación económica después de la pandemia, de acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, que sentencia: “Si había signos que mostraran alguna mejoría, es probable que se estanquen”.

Y es que además de una inflación cada vez más marcada y de la sombra de una recesión económica sobre Estados Unidos (principal mercado internacional de México) el país enfrenta un problema de inseguridad persistente que ha sido causa de alertas para que los ciudadanos americanos eviten venir. Asimismo, el sector turístico se está viendo afectado, principalmente la inversión, por lo que es muy probable que disminuya la construcción de nuevos hoteles y de otros productos. 

Hasta ahora les he planteado un panorama negativo de lo que enfrentaría el turismo ante una estanflación, sin embargo, debemos ver también el lado positivo. Estamos, una vez más, ante la oportunidad de una revalorización de la industria, ya que esta situación está llevando a los viajeros hacia un “turismo consciente”, es decir, a una decisión de viaje mucho más estudiada, en lugar de elegir cualquier lugar para pasar un fin de semana.

Es probable que esos viajeros se vean obligados a buscar un plan de vacaciones más barato, un medio de transporte alternativo al avión, o tengan que ajustar su presupuesto de gastos fuera del hotel, por lo que es momento de plantearnos una nueva estrategia para atraerlos.

¿Qué piensan ustedes? Envíenme sus comentarios.

(*) Especialista en consultoría y desarrollo turístico/inversión y gestión inmobiliaria.