Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Más de 25 minutos desde el aterrizaje al momento del desembarque fue lo que les tomó a los pasajeros del vuelo 784 de Volaris procedente de la Ciudad de México a Puerto Vallarta.

Y el mensaje del capitán de la aeronave vino a clarificar muchas cosas respecto a la terminal aérea de Puerto Vallarta, al señalar:

“Como muchas ciudades en México, la infraestructura (aeroportuaria) se ve sobrepasada, por ello tenemos que esperar en pista hasta que nos den la oportunidad de entrar”.

Y todavía agregó: “la temperatura afuera es de 28 grados y la hora 1:58 pm, que tengan un excelente día y los esperamos de regreso en 2:30”.

Los pasajeros al bajar del avión pudieron ver y constatar las palabras del capitán, ya que un avión de Alaska Airlines estuvo esperando frente a ellos y cinco más estaban detrás.

Este vuelo no venía con todas las plazas ocupadas, pero si registraba una ocupación de más del 80 por ciento de sus asientos.

En días pasados autoridades de turismo atribuyeron a las filas de aviones que se forman en la terminal aérea, al intenso flujo de visitantes nacionales y extranjeros hacia el destino.

Y en verdad si está llegando mucho turismo, tanto por tierra, como por aire e incluso por mar, pero en este caso, los retrasos en los tiempos desde que los aparatos aterrizan, hasta que se permite el desembarque, son causados por la falta de suficiente infraestructura en el aeropuerto, donde se requiere con urgencia el nuevo edificio que ya está proyectado y que el director ha insistido en que pronto se va a iniciar su construcción.

El problema es que la necesidad es “para ayer”, como se dice coloquialmente, porque de otra manera podrían surgir mayores complicaciones en las operaciones aéreas.

This div height required for enabling the sticky sidebar