EDITORIAL VALLARTA OPINA

La pandemia del coronavirus en México ha puesto a prueba al sistema de salud público nacional desde hace 16 meses, tiempo durante el cual el sector se ha defendido como ha podido para tratar de garantizar la salud de millones de mexicanos afectados, primero por una serie de enfermedades crónicas y, segundo, por la enfermedad propia provocada por el Covid-19.

En todo este tiempo han salido a la luz pública una serie de carencias y deficiencias en el sector Salud que muchos ya imaginábamos, pero que pocos habíamos podido constatar, como es la falta de medicamentos, la falta de equipo e incluso la falta de infraestructura en la atención de la salud pública.

En Puerto Vallarta y Bahía de Banderas usuarios y derechohabientes afectados han dado cuenta de carencias en el equipo médico de algunas instituciones del sector Salud, que hacen lo que pueden para atender las necesidades de sus pacientes.

Ahora mismo, la Unidad de Medicina Familiar número 170 del IMSS, en la colonia Palmar de Aramara, enfrenta una difícil situación ante la desmedida demanda por parte de sus asegurados que necesitan hacerse una prueba de Covid-19. Ayer, eran decenas de personas en espera de acceder el hospital para que les tomaran la muestra.

En medio de esta emergencia, derechohabientes lamentaron y denunciaron que el equipo que saca las placas de las mastografías no funciona para imprimir los resultados desde hace mes y medio y los directivos de esta Unidad de Medicina Familiar número 170 del IMSS poco hacen para resolverlo, aun cuando los aparatos todavía cuentan con la garantía del proveedor, según declaraciones del personal del área de rayos x.

El problema se agrava, debido a que hay mujeres que son derivadas para su atención a Guadalajara, en donde es muy importante llevar las placas para dar seguimiento al resultado, pero no la llevan porque el aparato no las imprime y corren el riesgo de regresar sin haber sido atendidas, pues será a criterio del médico tratante en la capital del estado si las atiende o no por la falta de los estudios completos, lo que retrasa los tratamientos en donde, en caso de ser presunto positivo a cáncer, cada minuto cuenta para salvar la vida.

Según informaron ayer fuentes extraoficiales, los directivos de esta unidad médica no se encuentran en sus oficinas para dar solución a esta situación, pues están trabajando también en la atención de las decenas de personas que acuden por estos días a hacerse una prueba de Covid-19, es decir, le están entrando al quite con el trabajo que urge, pero lamentablemente también han descuidado otras áreas de atención médica prioritaria, como las mastografías en cuanto al equipo que se requiere.

Es cierto que la pandemia del coronavirus ha llegado a trastocar la vida diaria de todos y, mucho más, la de las instituciones médicas, particularmente en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.

Sin embargo, eso no es excusa para dejar de hacer otras cosas que garanticen la salud de los derechohabientes, entre quienes hay hipertensos, diabéticos y otras enfermedades crónicas que requieren especial atención.

En suma, el sistema de salud pública de Puerto Vallarta enfrenta uno de sus peores momentos ante la crisis provocada y agravada en estos días por la pandemia del coronavirus, que sigue haciendo estragos entre cientos de vallartenses a lo largo de este mes de julio que va a quedar grabado en la historia de Puerto Vallarta como el peor de todos en la lucha contra el Covid-19.

Es así que las instituciones médicas de Puerto Vallarta están a prueba ante la terrible pandemia que representa el Covid-19.

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