Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Israel Díaz Pelayo, es un destacado egresado del plantel Conalep 075, del que salió con el título de técnico en alimentos y bebidas, pero luego de estudiar la carrera universitaria, se enfocó a la mixología siendo uno de los vallartenses más destacados, pues llegó a tener el título de “embajador del destino Riviera Nayarit”, lo que le ha permitido viajar a diversas partes del mundo y de México.

Al encontrarse en el plantel Conalep donde estudió, recuerda “aquí es donde me entró el gusanito, y obviamente estoy contento” y es que la mixología le ha dado múltiples satisfacciones y lo ha llevado a viajar con el desaparecido CPTM, y a participar en el programa de televisión Master Chef, y a tener su propio lugar,

Ahora brinda asesorías “a más de 100 lugares en todo México, y entonces al final esta carrera no tan atractiva para mí, se hizo un medio de vida que realmente me ha dejado muy satisfecho. El título de embajador ya no lo tengo, lo que si hago es apoyar, porque en el fideicomiso hubo cambios políticos y se respetan.

No obstante, abunda, “seguimos apoyando al destino, me siento orgulloso del crecimiento que tuvo Riviera Nayarit en los últimos años, y que por ahí pusimos un poquito el granito de arena, ahorita se nos pide apoyo en ciertos eventos y lo hacemos, y ya no es tanto por no querer hacerlo, sino porque la agenda está bien complicada, ya no estamos radicando en la ciudad, nos toca salir muchísimo y entonces no todo el tiempo se puede estar en los eventos gastronómicos y turísticos del destino, pero cuando se nos busca vamos con mucho gusto, y lo hacemos”.

SURGEN NUEVOS TALENTOS

Israel Díaz Pelayo forma parte del equipo de jueces que califican los cocteles que preparan los 16 participantes del Sexto Concurso de Conalep Puerto Vallarta, donde advierte que los participantes son jóvenes que todavía no saben del trabajo final que se lleva a cabo en un restaurante, u hotel, están empezando.

El objetivo dice, es que practiquen y que se quiten ese pánico escénico, “que se suelten un poquito y que el concurso lo haga la escuela obviamente es digno de aplaudirse, que a estas alturas hagan concursos para que ellos midan en qué nivel están y que puedan aprender, porque realmente en un concurso no solo es decir voy a ganar, es aprender de los demás, es aprender del compañero que a la mejor se soltó mejor, que uso una técnica que a los jueces nos gustó más, y  en base a eso, queda un buen aprendizaje para que el día de mañana lo puedan replicar”.

Junto con su compañero mixólogo, Marco Antonio Juárez, ambos califican las bebidas que prueban y que son preparadas por muchachos de 16 o 17 años que ponen a prueba su talento, por lo que dijo, “es digno de aplaudir y obviamente nosotros que ya tenemos un poquito de experiencia en el ramo, que apoyemos ayuda muchísimo y yo con mucho gusto lo estoy haciendo”.

“Ahorita probamos el tequila sunrise, un mojito, el charro negro, piñas coladas, margaritas, cocteles muy básicos, ‘pero la siguiente ronda ya es de cocteles de autor, y es donde realmente yo estoy emocionado por probar nuevas cosas, porque realmente a veces también uno aprende, no sabes qué ideas tienen estas generaciones”.

Reconoce que aunque los jóvenes no son bebedores, y no han bebido los diversos licores que hay en el mercado,l es claro que aunque no los han probado, “siguen recetas estándares, obviamente hay un recetario y los maestros de la clase de mixología o de alimentos y bebidas, les hablan un poco del perfil, de sabores, ejemplo, cocteles con tequila, ah el tequila es de agave, el agave tiene estos sabores, tiene este perfil, esta gradación alcohólica, entonces así empiezan a imaginarse y creo que también de vez en cuando se echan un traguito.

TODA UNA CARRERA

Como egresado de Conalep, recuerda que salió a los 18 años, hace 20 años, ahora tiene 38 años y “obviamente hice la universidad, pero esto me forjó a mí a seguir la carrera que comencé aquí, algo técnico, técnico en alimentos y bebidas y ya después hice la licenciatura pero aquí es donde me entró el gusanito, y obviamente estoy contento y orgulloso de seguir”.

Recuerda que su idea original era ser cocinero, para luego ser chef, pero “cuando estoy haciendo prácticas me mandaron a un hotel a practicar, pasé por diferentes áreas, y ahí comprendí que a mí, me llamaba mucho más la atención estar al frente, no dentro de una cocina, entonces realmente para que un chef, esté afuera tienen que pasar muchos años para poder ver de frente al cliente, y realmente checar esa satisfacción que uno vive día a día en una barra o siendo mesero, entonces a mí me llamó mucho la atención eso, que hacía un coctelito y el cliente en automático sonreía y decía ‘me gustó muchísimo’ y te da la propina”.

Eso sirvió mucho para decidir, eso me gusta pero tengo que hacerlo de manera más profesional. Al bartender afortunadamente en los últimos años se le ha dado una mejor posición, ya no solo hay cantineros o ayudantes, jefes de barra, está el puesto de mixólogo y en la bolsa de trabajo, hay mixólogos, hay creativos de bar, obviamente bartender, ayudantes, pero ya hay puestos nuevos gracias a todo lo que hemos hecho en los últimos años.

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