LA MIRADA INCÓMODA

Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”: Woody Allen.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

El periodista e investigador uruguayo Raúl Zibechi recupera una idea del Subcomandante Marcos formulada en 2007: “Las grandes transformaciones no empiezan arriba ni con hechos monumentales y épicos sino con movimientos pequeños en su forma y que aparecen como irrelevantes para el político y analista de arriba”.

Muchas veces la soberbia termina cegando al más informado ya que espera de la realidad señales muy fuertes para entender que está en medio de una tormenta de cambios, pero la realidad es otra, los pequeños acontecimientos han terminado incendiando países como lo fue la Primavera Árabe, los chalecos amarillos en Francia, la rebelión Mapuche en Chile y Argentina que ha logrado la presidencia de la Asamblea para reformar la Constitución y además diputados en el Congreso.

No se debe subestimar nunca los pequeños movimientos, porque no se sabe en qué momento pasan de un mal tiempo a la tormenta perfecta, algo que se construye en las diferentes coyunturas y tiempos políticos; así comenzó el movimiento en Chile desde el feminismo, reclamando sus derechos básicos negados a lograr imponer por el apoyo sumado las bases para un modelo más equitativo de sociedad.

El Informe N°17, titulado Global Risks Report, que anualmente presenta Davos, se ha construido a partir de una encuesta realizada a cerca de mil expertos en diferentes países y se ha transformado en uno de los documentos centrales de la discusión del foro económico.

El Foro de Davos fue creado en la ciudad de Ginebra 1971 por el académico e intelectual suizo Klaus Schwab e inicialmente se denominó Foro Europeo de Gestión que congregaría a líderes empresariales de todo el mundo y cuyo primer objetivo fue el de ayudar a las empresas europeas a poner al día en las prácticas de gestión de Estados Unidos.

El colapso económico de Estados Unidos en 1973 y la guerra árabe – israelí llevó a ampliar los temas del foro a la problemática social, la cual se integró en la nueva sede también en Suiza en la ciudad de Davos, considerada la que está ubicada a mayor altura en Europa occidental.

El documento orientado a dar una respuesta o propuesta al futuro sobre las diez grandes amenazas a la humanidad se agrupó en cinco categorías: economía, medioambiente, sociedad, geopolítica y tecnología.

El tomar como referentes para la construcción del informe a líderes empresariales, es una medida acertada, aunque implica un sesgo muy grande en cuanto a los temas, respuestas y propuestas, falta la visión crítica, de los que ven este proceso como algo inalterado, lo cual ya ha pasado a ser más que evidente.

Se coloca como marco referencial o la coyuntura anual a la pandemia que vivimos y sufrimos en la actualidad, aunque desvinculándolo de las causas de la misma y la pobreza generalizada de más del 60% de la población mundial y como que la pandemia emerge como algo de la nada lo cual no es así, ya que no solamente han existido en la última décadas varias epidemias que se han logrado controlar y algunas muy semejantes a la actual, sino que los centros del poder han realizado ensayos de impacto de una pandemia pocos meses antes que se decretara ésta, financiados por la fundación que preside Bill Gates.

Llama la atención el reconocimiento del sistema mundial que opera en forma desigual, al plantear que los países pobres, denominados en forma imaginaria “economías en desarrollo”, algo que abarca a India, tercera potencia económica y militar además de poseer armas nucleares, con Haití, donde la pobreza ya superó todo lo esperado. La caída del 5,5% de estos países, la mayoría ex colonias, tiene frente a sí a los países centrales con un crecimiento del 0,9%, claro que mucho menor que el crecimiento de China.

Pero este escenario tiene su explicación en la siguiente parte de la encuesta donde los consultados se plantean las preocupaciones sociales ambientales, que los lleva a “percibir” los riesgos sociales, en “forma de erosión de la cuestión social”, “crisis de medios de vida” y “deterioro de la salud mental”, y el peso de esta percepción se mide en que solo el 16% de los encuestados se sienten optimistas sobre las perspectivas del mundo.

El informe plantea que en los próximos cinco años los riesgos sociales y ambientales serían los más preocupantes para la población mundial. El Antropoceno le ha dado al hombre la carga y responsabilidad por el deterioro de siglos y las consecuencias de corto y mediano plazo, lo cual se ha transformado en una especie de trampa donde salirse de ella implica condenar al planeta a profundas afectaciones, quizás no vislumbradas plenamente.

Estos problemas derivados de la interacción del hombre sobre la naturaleza sin control, plantean para los encuestados tres grandes amenazas: acción climática que ha fracasado, el clima extremo que ya es visible en partes del mundo y la pérdida de biodiversidad, a los que le suman desde el área económica, la crisis de la deuda de los países cada día más impagable.

La desigualdad digital, que se ha hecho evidente durante la pandemia, como también ha servido de ensayo general de la sociedad para mudar al modelo digital son, junto con las fallas en la ciberseguridad, dos temas delicados ya que está integrado a lo que se ha denominado el “Capitalismo de vigilancia”, que ha crecido exponencialmente durante la pandemia, mostrando el poder de las tecnologías que generan y analizan nuestros datos para definir desde un seguro de vida a un tratamiento médico. En síntesis, los diez grandes riesgos determinados por los líderes económicos encuestados son:

  1. El Cambio climático, siendo éste el que mayor riesgo implica por las consecuencias que tiene sobre toda la población mundial.
  2. Meteorología extrema, que ya ha hecho su presentación en varios países con olas de calor de más de 45° o de frío intenso, que implican una readecuación de la infraestructura existente, algo muy difícil para los países empobrecidos y endeudados.
  3. La pérdida de la biodiversidad, como una consecuencia directa del agotamiento de los ecosistemas y la posterior destrucción de los mismos, como ha sido en estos últimos años en el Amazonas.
  4. Erosión de la cohesión social, derivada de la ruptura de las organizaciones sociales que operaba el Estado y el auge del individualismo promovido por el neoliberalismo.
  5. Crisis de los medios de subsistencia, son la expresión más clara del sistema actual hay un exceso de producción, pero una mala distribución, por un modelo asimétrico donde la pobreza es dominante.
  6. Enfermedades infecciosas, que reaparecen con el auge de la pobreza, falta de agua potable, sistemas médicos y vacunas, es el rebote de la pandemia.
  7. Daños humanos al medioambiente, éste es el daño mayor por ser acumulativo, desde la deforestación a la trasformación del mundo natural por alteraciones en los genes para hacer más rentable la producción.
  8. Crisis de recursos naturales, el mundo finito se debe enfrentar a la realidad de límites como la contaminación de ríos, lagos y mares, y eso ha llevado a la tecnificación del manejo de las producciones de la naturaleza, con los costos debidos.
  9. Crisis de la deuda, éste es el gran contrapeso de los países pobres y emergentes, ya que el mejor control de los mismos se da desde el crédito que, en la medida que los pueblos tienen problemas, el dinero se encarece y la deuda aumenta, y no se termina más.
  10. Confrontación geoeconómica, éste es el tema central pero no solamente un enfrentamiento por la hegemonía, es mucho más grave, es por el dominio del planeta, desde las ciencias a la narrativa, desde el control de los pueblos al de los recursos, es una guerra que ya lleva dos décadas y tiende a profundizarse en la medida en que China siga creciendo y Estados Unidos solo se limite a amenazas en vez de crecer más y reducir su escandalosa deuda.

El otro tema del informe, que sería la otra cara, es el referente a la opinión de las perspectivas del mundo: el 84,4% tiene una perspectiva de preocupación (23,2% se encuentran preocupados + 61,2% se encuentran inquietos). El grupo que piensa positivamente es minoritario el 15,8% (positivo 12,1% + optimista 3,7%).

Estas diez amenazas son, sin lugar a dudas, la descripción de la crisis histórica del sistema mundial, que ha retrotraído el tiempo a la era de las grandes hambrunas, aunque sus organismos títeres desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), pasando por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) quieran presentar algo impresentable, un mundo dominado por la pobreza y la injusticia.

En Davos también se presenta anualmente el informe del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (OXFAM), la prestigiada organización social mayormente operada por mujeres, cuyos resultados son un llamado a la conciencia, por eso solo ponemos un punto del Informe 2020 que se presentó en Davos: el incremento de la fortuna de los 10 grandes milmillonarios, los más ricos del mundo desde el inicio de la crisis, bastaría para evitar que nadie cayese en la pobreza a causa de la pandemia y para financiar una vacuna universal contra la COVID-19, a nivel mundial.

Las amenazas existen, el problema es muy real, solo falta la voluntad para superarlo y no profundizarlo como es la tendencia histórica. Si en vez de hacer viajes al espacio de “vacaciones” o experiencia alternativa se invertirían esos millones en comida, habría menos hambre, aunque como contraparte existirían menos ególatras. ¿Debemos elegir?

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