Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Nayarit cuenta con un importante potencial que puede aprovecharse turísticamente, como lo es su rica gastronomía que tiene su expresión en lugares como Mexcaltitán, con sus albóndigas de pescado, así como la Laguna de Santa María del Oro y San Blas con el pescado sarandeado del paraje La Aguada y los restaurantes de Aticama y Miramar o los puestos de tacos de los barrios en Tepic.

Así lo estableció el maestro universitario Pedro Luna Jiménez, al participar en la primera Cátedra sobre investigación en Turismo y Gastronomía, de la Unidad Académica de Turismo, que se llevó a cabo en la Biblioteca Magna de la  Universidad Autónoma de Nayarit, en la que además participaron académicos como la doctora Karla Barrón, el maestro Ulises Castro Álvarez y Carlos Jiménez.

Esta cátedra tiene la finalidad de incentivar a los estudiantes de las carreras de Turismo y Gastronomía para que se adentren en el campo de la investigación desde su etapa formativa. La doctora Karla Barrón trabaja el tema de la gastronomía y el empleo, centrándose en lo que se refiere a los establecimientos gastronómicos como importantes generadores de empleo.

Esta cualidad se pone de manifiesto desde los puestos de tacos de las esquinas en los barrios de Tepic, hasta la restaurantería más formal. Por su parte el maestro Luna Jiménez expuso sobre la importancia de vincular el sector gastronómico, con el turismo pues se tiene un gran potencial.

Así destacó temas como el fenómeno que conocemos bien en Tepic de tanta gente que va a San Blas, o a la Bahía de Matanchén, y no va a bañarse al mar o a disfrutar la playa, sino solo a comer y de ahí se regresa a su casa a Tepic. La gente va a comer ostiones, pescado sarandeado, lisas tatemadas y una gran cantidad de platillos, pero no necesariamente van a disfrutar de la arena o el recurso playa.

DESTINO GASTRONÓMICO

También se da mucho en Nayarit y se han fortalecido muchos lugares que se han colocado como destinos gastronómicos, como la laguna de Santa María del Oro, como Mexcaltitán, que también es eso acudir a Mexcaltitán, para disfrutar de su cocina, lo mismo que aquellos que acudían a la Laguna de Santa María del Oro para disfrutar de su comida.

Incluso Chacala está despegando como un importante destino gastronómico y todo eso implica que se tenga que hacer una investigación sobre esos fenómenos recientes y que están atrayendo una afluencia de turismo muy importante que deja una derrama económica en Nayarit.

Es claro, acota el maestro Luna Jiménez al ser entrevistado sobre el tema, que Nayarit puede aprovechar mejor este recurso, porque “tenemos un gran potencial dentro de la línea de la gastronomía que poco lo hemos aprovechado, yo he dicho -por ejemplo- que en Bahía de Banderas hay una cocina tradicional, que tiene que ver con esa cocina familiar donde hay una herencia de la vieja cocina de los pueblos de la montaña, como Talpa, Mascota y San Sebastián, esa gastronomía de la Sierra está en San Juan de Abajo, están en Bahía de banderas esos pozoles, esas tostadas y es la cocina de la sierra que está en San José del Valle, San Juan de Abajo  y Valle de Banderas.

EL TODO INCLUIDO

Lamentó sin embargo que en el pueblo de Bucerías, ya se hizo presente una práctica turística conocida como Todo Incluido, para sectores sociales altos, “donde se ponen la pulserita en la mano y la gente se queda en el hotel tres o cuatro días y se pierden de salir a conocer esa gastronomía que está en nuestros pueblos”.

La verdad, agregó, el Todo Incluido atrapa a los turistas y les impide convivir con la apertura de esos pueblos, que es desde su gastronomía a sus fiestas y todas esas cosas propias, se pierden de conocer los eventos culturales que en todos los pueblos se hacen.

Afortunadamente hay lugares como San Blas donde no hay todavía establecimientos de Todo Incluido y el turismo es más libre para disfrutar de esta diversidad de la vida comunitaria.

Inclusive hay personas que disfrutan tanto esa gastronomía que tienen en sus oficinas o en la familia, platicas donde se discute dónde están más buenos los ostiones, si en Aticama o en Miramar, donde está mejor el marlin ahumado y luego a todo mundo le gusta después de comer pescado sarandeado o de comer albóndigas de camarón, platillo propio de Mexcaltitán, disfrutar los dulces que se fabrican en San Blas.

CORREDOR GASTRONÓMICO

Ante la propuesta de que se haga en el Puerto de San Blas un corredor gastronómico, puntualiza que el corredor ya está, “el corredor gastronómico ya existe, se ha ido haciendo a través del tiempo, en los últimos 30 o 40 años desde Miramar hasta Aticacama, San Blas donde hay toda una diversidad de cocinas con propuestas de lo más interesantes”.

Quien no ha probado las delicias que se ofrecen en La Aguada, en el acceso de San Blas, donde la gente llega y se topan con cocadas, pan de plátano, ahí están también una diversidad de dulces, de forma que si uno pasa en la Aguada, a las 3 de la tarde, cuando están las panaderías en su labor de hornear invade el aroma de esa cocina, de esos negocios.

En suma, el potencial gastronómico de Nayarit es enorme y por eso “pienso que Nayarit dentro de los estados de la República puede fincar muy bien esa vertiente del turismo y la gastronomía.

Cuenta con todo un entorno que le favorece, desde los centros botaneros de Tecuala y Acaponeta, esos centros botaneros, con esa cocina tan sencilla, son una delicia con una gran diversidad de comida que ofrecen, hasta los postres de La Aguada”.

This div height required for enabling the sticky sidebar