La eterna carretera corta Guadalajara-Vallarta

Una vez más tenemos noticias de la carretera corta Guadalajara-Puerto Vallarta y no son para nada buenas. Una vez más nos informan que la llamada vía corta sufre un nuevo retraso en su construcción. Ahora, si bien nos va, la obra estará lista en 2023 y esas son malas noticias para Puerto Vallarta y Riviera Nayarit como destinos turísticos.

Es increíble la cantidad de retrasos, postergaciones, problemas, obstáculos, pretextos y nuevas fechas que nos han dado para terminar un proyecto que lleva años sin poderse concretar en beneficio de miles de habitantes de la región centro-occidente del país y, por supuesto, en beneficio de miles de turistas potencias que viajan por carretera a esta región del país.

Cuando en los albores de la administración de Enrique Peña Nieto se dio el banderazo de inicio a la obra, con un presupuestos de 13 mil millones de pesos hace ya ocho años, pensamos que ahora sí sería una realidad la tan ansiada carretera. Pero nos volvimos a equivocar.

Más de ocho años después las promesas siguen y aunque un tramo está concluido, los otros dos no tienen ni para cuándo ser entregados, por más que nos diga la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que la nueva fecha es 2023. Ya no podemos ni debemos creer nada.

Se trata de una carretera corta que tiene más de 40 años siendo un sueño casi irrealizable en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas. Básicamente su objetivo principal tiene que ver con fines turísticos, aunque es innegable que una vez en operación –ojalá algún día lo podamos ver- permitirá viajar a cientos de familias de Guadalajara a Vallarta y viceversa en dos horas y media o quizá tres horas. Esa es otra promesa que nos han hecho y que tendremos que constatar.

El proyecto consta de tres etapas: La primera, de Jala a Compostela; la segunda, de Compostela a Las Varas; y la tercera, de Las Varas a Bucerías. Sí, la totalidad de la obra se realiza del lado del estado de Nayarit.

Es así que los viajeros procedentes de Guadalajara llagarán a Puerto Vallarta al recorrer el trazo de Jala a Bucerías, en donde la nueva ruta corta se conectará con la carretera federal 200 para llegar a Puerto Vallarta. Es indudable que Bahía de Banderas y su marca turística Riviera Nayarit se beneficiarán igualmente de esta obra, con la llegada de miles de turistas procedentes de Guadalajara y su Zona Metropolitana, así como de toda la región del Bajío.

Esa es la importancia que tiene esta carretera corta, cuya construcción se ha alargado por años por diferentes motivos y razones que tienen que ver desde las explicaciones técnicas hasta las ambientales, ecológicas y geográficas, incluso con la disposición del presupuesto que, obviamente, ocho años después ha aumentado.

La verdad solo la sabe la SCT y nos informa lo que quiere. Falta mayor transparencia para decirle a los habitantes de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas los verdaderos motivos por lo que la anhelada carretera corta sigue sin poderse concretar.

Hubo quien dijo –hace 30 años- que se trata de un sueño guajiro, por lo irrealizable que parecía el proyecto. El inicio de la construcción de cada una de las etapas demostró que no era tanto un sueño guajiro, aunque a veces parece que el proyecto podría quedarse en el limbo, por más que la Iglesia diga que el limbo no existe.

Por el bien de esta región del occidente del país, tan castigada por el gobierno federal en turno en los últimos 40 años, esperamos que la presente administración federal se comprometa a sacar adelante la tan ansiada obra carretera que con mucho ayudará al crecimiento turístico de esta región.

Esperamos y confiamos en que la eterna carretera corta Guadalajara-Vallarta, vía Jala-Bucerías, sea una realidad algún día.