By Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
¿Se imagina recorrer en una pequeña embarcación, un túnel vegetal de mangle que cubre el cielo totalmente? ¿Se imagina contemplar en su ambiente la garza tigre o una lechuza que se camuflajea en un árbol seco que hasta parece un tronco? Todo eso lo puede encontrar en el parque ejidal conocido como “La Tovara”.
Pocos saben que la Tovara ya fue declarada como parque nacional, pero en sitios web se le catalogada como “manantial”, “estuario de belleza natural”, “riqueza nayarita de la vida silvestre”, “el paraíso del mangle”, “el manantial de San Blas”, o “el santuario natural de mayor biodiversidad de Nayarit”.
Para un biólogo recorrer la Tovara es todo un banquete al poder admirar toda clase de especies de fauna y de flora exuberante en un ambiente hasta ahora bien cuidado. Así lo considera el biólogo Alain Paredes, buzo ostionero de Bucerías, que con motivo del eclipse recorrió la zona norte del estado de Nayarit, incluyendo el humedal de San Blas.
Lo que más llamó la atención al conchero Alain Paredes fue el agua tan limpia de los canales donde se puede admirar la especie de lechuza que se camuflajea como árbol seco, así como una garza tigre por su plumaje singular.
Tras su experiencia, refiere que el recorrido “es padrísimo, totalmente ecoturismo muy bien cuidado por la Cooperativa Ejidal.
Además, refirió que los lancheros son muy amables y eso que ya paso el periodo vacacional, pero en estos días había mucho turismo internacional.
“Me topé con unos americanos, con unos canadienses y otros de Alaska y les gustó mucho todo, incluyendo el nacimiento del agua que es único en la Tovara”.
“No se puede decir lo mismo del restaurante, que sigue ahí, pero quien conoce busca los restaurantes que hay en el Conchal o en las Islitas donde hay varios restaurantes o incluso en Matanchén donde se encuentra el restaurante El Estero, donde se pueden probar entre otras delicias los camarones en aguachile rojo, o los camarones a la Acaponeta, muy buenos y otros, aunque sorprende que los precios casi son los mismos que en Bahía de Banderas”.
Otra experiencia fue recorrer el área de Platanitos, donde el visitante puede ir hacia el lado del estero donde hay agua dulce y salada, en la playa conocida como Punta Custodio, donde el agua es muy limpia, transparente, muy cristalina y cuando está alta el agua, llega a un poco arriba de la rodilla, y se convierte en una alberca natural totalmente.
Mucha gente no conoce estos lugares porque es necesario llegar por la parte de atrás del estacionamiento de del área de restaurantes y brincar el cerro, dejar el carro en la parte de arriba y bajar caminando. Esto muestra que Nayarit tiene muchos lugares que aún no registran un impacto humano.
