OPINIÓN

Por Marc Murphy (*) – Marc@MexicoPacificLifestyle.com

¿Hola a todos?

El pasado 15 de enero entró en vigor la reforma a la Ley General para el Control del Tabaco en México, conocida también como “Ley Antitabaco”, cuyos argumentos relacionados con la salud y el bienestar se mezclan con los temas económicos.

Esta ley, considerada como la más estricta y reguladora, ha desatado una fuerte polémica entre la población, ya que, por un lado, busca reducir las muertes asociadas al consumo de tabaco y, por el otro, pone límites a su consumo, promoción y venta. Y mientras la Organización Mundial de la Salud aplaude la medida, la industria tabacalera (obvio) la considera excesiva, al igual que diversas organizaciones empresariales que ya han alzado la voz y se han amparado contra el reglamento.

Más allá de los aspectos de salud, mi reflexión va en el sentido de cómo esta reforma afectará al sector turístico, ya que entre sus disposiciones clave incluye la prohibición de fumar en espacios públicos interiores, como hoteles (habitaciones, áreas comunes, terrazas, balcones y espacios públicos), restaurantes y bares, así como en espacios públicos al aire libre, tales como parques, áreas de juego e incluso las playas.

Si nos enfocamos en el lado positivo, es verdad que el control del tabaco podría ayudar a crear un ambiente más sano al reducir la exposición al humo de segunda mano y hacer que los espacios sean más atractivos para los no fumadores, incluso los hoteles que atienden a no fumadores o familias con niños podrían beneficiarse de las restricciones y promocionarse como entornos libres de humo. Sin embargo, también significa que los hoteles deberán designar recursos extras, tanto económicos como humanos, para asegurarse de que se cumpla el nuevo reglamento, además de que podría afectar en la ocupación hotelera y la experiencia que pueda tener el huésped, al prohibirle consumir un cigarro.

Ante esta situación, algunas asociaciones de hoteles ya analizan la posibilidad de ampararse contra las disposiciones, sobre todo porque, argumentan, hace algunos años ya se hizo una inversión fuerte para adecuar espacios donde la gente pudiera fumar.

En el mismo sentido, diversas organizaciones empresariales, entre estas la Coparmex, han denunciado que la ley del tabaco perjudica a los pequeños comercios y vulnera los derechos de los consumidores adultos. De igual modo, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), señaló que la puesta en marcha del nuevo reglamento antitabaco significa una pérdida de competitividad para el sector turístico, de servicios y comercio, al considerar que más de 1.5 millones de unidades económicas (entre tienditas, restaurantes y hoteles) se verán afectadas. Sin contar que, aquellas personas que violen lo señalado en el nuevo reglamento tendrán que pagar multas de hasta tres mil pesos.

El argumento del presidente Andrés Manuel López Obrador, impulsor de la ley, es que se tiene que hacer todo lo que ayude a prevenir enfermedades. Así que la única alternativa que les queda a los consumidores es fumar en la privacidad de su hogar o el de sus familiares o amigos.

¿Qué piensan ustedes? Envíenme sus comentarios.

(*) Especialista en consultoría y desarrollo turístico/inversión y gestión inmobiliaria.

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