Por Fernando Álvarez/Bahía de Banderas

En una reflexión por el Día Internacional de la Mujer, el Dr. Jorge Villanueva Hernández, presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas (AEBBA A.C.), declara importante hablar de la mujer mexicana, pues desde tiempos de la conquista el papel de las mujeres tuvo claroscuros que se siguen reflejando en la actualidad.

Relata que el mestizaje floreció a partir de la conjunción de razas, y de esa conjunción surgió principalmente del varón europeo y de la mujer indígena, quien por lo general fue solo un vínculo sexual, muchas veces producto de violaciones que en muchas ocasiones estuvieron avaladas por los representantes de la iglesia católica.

Y que de ahí nació el mestizaje, del cual emerge una figura fuerte y valerosa que es la madre indígena, la cual luchó en calidad de mujer indefensa ante la simbiosis de un nuevo mundo que se estaba gestando.

Menciona que también emergió la imagen de la mujer abnegada que en circunstancias de plena desigualdad social, tendría que ser la base de esa nueva familia. Recordando que este personaje adquirió dimensiones excepcionales como figura materna, hasta convertirse en “la madrecita” de aquella incipiente generación de mestizos.

Comenta que así transcurrieron los tiempos hasta llegar a los actuales, donde las brechas y desigualdades que viven las mujeres y niñas en México se manifiestan en ámbitos como la educación, el trabajo y la salud.

“Para muestra bastan algunas cifras generadas por el INEGI que indican una tasa de participación económica de las mujeres del 43.8%, y para los hombres del 77.5%, esto es en lo laboral pero la inequidad se acentúa en nuestro sistema social, político y jurídico”.

Pero indica que lo más trágico es la violencia contra las mujeres.  “Ellas pertenecen a un grupo que desde temprana edad es objeto de acoso, abuso sexual y violencia que las puede llevar inclusive a perder la vida. La violencia hacia las mujeres y los feminicidios se han convertido en un hecho cotidiano en nuestro país”.

En la opinión del Dr. Jorge Villanueva, históricamente las mujeres mexicanas han sido marginadas en la escena política y como ejemplo, no fueron invitadas a participar en el Congreso constituyente de 1917. Que con la ausencia del voto femenino durante la primera mitad del siglo XX, el proceso de creación de políticas públicas estuvo claramente controlado por los hombres.

Aunque las mujeres no participaban formalmente en las instituciones gubernamentales de ningún nivel, algunas mujeres estuvieron activas en el foro político del país, refiere el dirigente de la AEBBA.

Destacando el año de 1947, cuando durante la administración del Presidente Miguel Alemán Valdés, las mujeres obtuvieron el derecho de voto y de presentarse como candidatas en las elecciones municipales.

DÍA IMPORTANTE PARA LA HUMANIDAD

“Y es aquí donde quiero enfocar mi comentario en este día tan importante para la humanidad. Si ha existido inequidad de género en todos los ámbitos en México, para la mujer indígena esta inequidad se ve acrecentada sobre todo por los usos y costumbres de los pueblos llamados originales”.

Comparte que hace poco tuvo la oportunidad de leer un inmenso libro titulado “Los sueños de la niña de la montaña”, el cual su autora Eufrosina Cruz, a través de su experiencia de vida hace sentir con sus palabras: ‘Un alto en el camino. Un freno momentáneo, porque la lucha exige continuidad’.

Y comenta que la misma Eufrosina Cruz describe quién es ella a través de su libro: ‘Esa soy yo, dueña de la voz y de la historia’.  La historia de Eufrosina nace en el año de 1979 en tierra zapoteca en un pequeño poblado de Oaxaca, en Santa María Quiegolani, menciona el Dr. Villanueva.

Refiriendo las propias palabras de la niña de la montaña: ‘Soy Eufrosina Cruz, soy contadora pública, gané en el 2007 la presidencia municipal de mi pueblo, pero los hombres de mi comunidad no me dejaron tomar el cargo, y el argumento que me dieron fue: ‘Es que eres mujer’. Sin embargo con el paso del tiempo, ya como legisladora local, me convertí en la primera mujer indígena en presidir el Congreso de Oaxaca’.

“Para mujeres y hombres  es sumamente recomendable leer este libro, es un libro que habla de la libertad, es un libro que como lo dice Eufrosina: «Quiero que este libro inspire a la rebeldía, la libertad, y que el lector sepa que, a base de constancia, terquedad, persistencia y rebeldía se pueden cambiar muchas realidades»”, reflexiona el dirigente de la AEBBA, quien eligió terminar su intervención con las propias palabras de Eufrosina Cruz: ‘No somos víctimas, somos posibilidad’.

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