LA MIRADA INCÓMODA

“Combatimos la desigualdad para acabar con la pobreza y la injusticia”: Misión de OXFAM.

Por Alfredo César Dachary – cesaralfredo552@gmail.com

Hoy dedicamos la columna a OXFAM, una organización de la sociedad civil que tiene ocho décadas de vida, y en ellas se ha transformado en una organización líder en la lucha interminable contra la pobreza en medio de un mundo del consumo, donde gran parte de la producción se desprecia o tira en vez de poderla hacer llegar a los más necesitados.

El nombre “Oxfam” proviene del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxford Committee for Famine Relief), fundado en Gran Bretaña en 1942, por un grupo de ciudadanos y ciudadanas que se movilizó para que los barcos del bloque aliado llevaran provisiones de comida a las mujeres y niños de Grecia, país ocupado durante la Segunda Guerra Mundial.

Después de la guerra, Oxfam continuó su trabajo enviando materiales y ayuda económica a organizaciones que apoyaban a la población más pobre de Europa. Cuando la situación en Europa mejoró, la labor de Oxfam se centró en cubrir las necesidades de las personas en los países en desarrollo.

Oxfam Internacional fue fundada en 1995 por un grupo de organizaciones no gubernamentales independientes y su objetivo era intercambiar conocimientos y recursos, así como para aunar esfuerzos en la lucha contra la pobreza y la injusticia. Así se logran juntar y formar una fundación Oxfam International, ya que todos eran conscientes de la necesidad de unir sus fuerzas en una confederación global y así podrían maximizar su eficacia, impacto y alcance.

En la actualidad, OXFAM tiene presencia activa en cerca de 70 países junto a miles de organizaciones socias y aliadas, así como con las comunidades, para salvar y proteger vidas en situaciones de emergencia, promoviendo diferentes acciones productivas, educativas y, a la vez, promover un cambio sostenible y duradero.

OXFAM defiende y trabaja con la población en situación de pobreza y marginación social, pero con especial énfasis en los sectores más “castigados” en esta sociedad mundial asimétrica: las mujeres, los niños y las personas mayores, situación que se ha acentuado durante la pandemia.

Hoy, la Confederación Oxfam está compuesta por 21 organizaciones que tienen sus sedes en: Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Dinamarca, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hong Kong, India, Irlanda, Italia, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Quebec, Sudáfrica, España, Turquía y Estados Unidos. Además, también cuenta con oficinas de relación con el público: una en Corea del Sur, otra en Suecia y una última en Argentina.  

Su principal objetivo es sensibilizar a la población y detectar los grandes problemas y la viabilidad de poder ayudar a superarlos y, por otro lado, promover la organización para poder conseguir fondos para financiar OXFAM.

El Secretariado Internacional de Oxfam tiene su sede central en Nairobi, Kenia, y dispone de oficinas en Adís AbebaBruselas, Ginebra, Moscú, Nueva York, Oxford y Washington DC.

OXFAM ha sido invitado anualmente para presentar un informe en la reunión de Davos, Suiza y es escuchado, aunque sus estrategias sean muy diferentes a la organización de la sociedad civil.

AJUSTES ECONÓMICOS

En el informe anterior a la pandemia en 2019, la tendencia respecto al aumento de la pobreza y las asimetrías sociales se va profundizando, lo cual estalla en 2020 y 2021, con la pandemia en primer lugar y los grandes costos de la economía que debió ajustarse al estado de pandemia, siendo los indicadores más significativos los que exponemos a continuación:

1).-El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6,900 millones de personas, en otras palabras, tenemos que apenas una minoría ínfima tiene más riqueza que el 75% del total de la población mundial sumada, una asimetría superior a las de muchas eras hacia atrás, donde la sociedad no tenía casi opciones de consumo alternativo más allá de lo producido.

2).-Cada año, 100 millones de personas en todo el mundo se sumen en la pobreza debido a que se ven obligadas a pagar por la sanidad a su costo. Con la pandemia aparecen los cuatro jinetes del Apocalipsis: la salud sin respaldo, el trabajo sin derechos sociales, el retiro o jubilaciones reducidas al mínimo y la naturaleza gravemente afectada, que además se transforma en un elemento base de la pandemia a través de la zoonosis, o sea, pasan de las especies al humano.

3).-En la actualidad, hay 258 millones de niñas y niños sin escolarizar: uno de cada cinco. Parece mentira que en el siglo XXI donde hay miles de programas de educación a distancia de todo tipo, no se pueda llegar a un elevado grupo de menores, básicamente porque están sujetos a la explotación infantil.

4).-A nivel mundial, la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 24%, por lo que los hombres poseen un 50% más de riqueza que las mujeres, otra consecuencia de la sociedad patriarcal, pese a las declaraciones y demás artificios, que nos entretienen, pero sus resultados son mínimos, en cuanto a mejorar la condición de la mujer.

TRABAJO NO REMUNERADO

Oxfam denuncia que mujeres y niñas dedican al trabajo de cuidados no remunerados 12,500 millones de horas diarias, equivalentes a 10,8 billones de dólares anuales, mientras como contrapartida el número de milmillonarios en el mundo se ha duplicado en la última década.

Aunque no se sepa, el trabajo de cuidados no remunerado es el “motor oculto” que mantiene en funcionamiento economías, empresas y sociedades, según denuncia Oxfam en su informe “Tiempo para el cuidado”, publicado con motivo del Foro de Davos.

Las mujeres y niñas dedican estos millones de horas diarias a ese tipo de trabajo, que engloba actividades como el cuidado de niños y niñas, personas mayores, enfermas o discapacitadas, además de tareas domésticas como cocinar, lavar o ir a buscar agua o leña.

Ese tiempo “invisible para el sistema” supone una contribución a la economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología, es decir, del gasto total en tecnología que realizan en todo el mundo personas, empresas y gobiernos. 

El informe de OXFAM nos demuestra que el modelo económico sexista alimenta la desigualdad, permitiendo a una élite millonaria acumular vastas fortunas a expensas del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas en mayor situación de pobreza y, sin defensas, se termina auto explotando en el trabajo invisible en el hogar y para la familia patriarcal.

EXPLOTACIÓN DE LAS MUJERES

Otro ejemplo planetario de esta asimetría es, según este estudio, que los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres africanas, donde la tradición y la explotación se complementan en el patriarcado extremo.

Las mujeres a menudo se ven forzadas a reducir su jornada laboral o renunciar a su empleo remunerado para poder hacerse cargo del trabajo de cuidados dentro de la familia y, en todo el mundo, el 42% de las mujeres no puede acceder a un empleo remunerado porque son las responsables del trabajo de cuidados, en comparación con tan solo el 6% de los hombres.

Otro nivel fuerte de explotación de las mujeres es que éstas también constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerados y los empleos como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a menudo que están mal remunerados y no tienen derechos laborales, con un horario irregular lo que supone un importante desgaste físico y emocional.

Sólo el 10% de las trabajadoras del hogar están protegidas por la legislación laboral igual que el resto de trabajadoras, en contados países donde la legislación se aplica ya que en otros no pasa del discurso.

El informe de Oxfam plantea a los gobiernos la injusticia que significa que se aplican unos impuestos extremadamente bajos a las personas y empresas más ricas, y por lo tanto no obtienen ingresos suficientes para ayudar a aliviar la responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y a combatir la pobreza y la desigualdad.

De allí que plantee un incremento de tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población mundial durante los próximos 10 años, lo cual permitiría recaudar los fondos suficientes para crear 117 millones de puestos de trabajo de cuidados en sectores como la educación, la salud, el cuidado infantil y la asistencia a las personas mayores.

OXFAM además de tener una tradición de estudios realizados en forma responsable, también plantea alternativas lo cual le da una doble autoridad moral, primero en el análisis de la situación y segundo en el planteamiento para superarla a un costo no elevado.

Gabriela Bucher es la directora ejecutiva, una experta en el ámbito de la igualdad de género y los derechos humanos, y se une a Oxfam desde el Plan Internacional, donde ha desempeñado un papel de gran relevancia mundial como directora de operaciones. 

OXFAM ha integrado a grandes colectivos de mujeres y en el trabajo en campo sobre las comunidades cubre más de 2 millones de personas, una labor excepcional y silenciosa en defensa de los que no tienen derechos ni libertad.

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